En Contra de la Eutanasia
Situación actual:
La eutanasia es un acto que busca provocar la muerte a una persona enferma, que comporta graves consecuencias familiares, sociales, médicas, éticas y políticas. Su despenalización modificará desde sus raíces las relaciones entre las generaciones y los profesionales de la medicina. El informe Remmelink sobre la práctica de la eutanasia en Holandarebela 1000 muertos por eutanasia involuntaria (sin consentimiento) durante el año 1990. Estos 1000 pacientes eutanasiados son 1000 razones poderosísimas para oponerse a la eutanasia activa. Igualmente, en los casos en que la eutanasia la solicita el paciente, existe un grave problema ético porque se trata de una derrota social y profesional ante el problema de la enfermedad y la muerte. Los casosextremos y la autonomía personal, que siempre son indicados por los partidarios de la eutanasia para su despenalización, no han de generar leyes socialmente injustas, que confrontan el deseo individual con el deber ineludible del Estado a la protección de la vida física de cada ciudadano.
En el debate de la eutanasia están presentes tres cuestiones complejas: el consenso democrático, la dignidad dela persona humana y la autonomía personal.
El consenso:
El consenso convierte el principio legislativo en la única fuente de verdad y de bien, y deja la vida humana a merced del número de votos emitidos en un parlamento. Las legislaciones sobre el aborto, el clonaje humano, la fecundación extracorpórea y la experimentación embrionaria son consecuencia de la aplicación del principio de lasmayorías.
Los derechos humanos no los otorgan el número de votos obtenidos, ni la sociedad, ni los partidos políticos, por bien que los deben reconocer y defender siempre. Tampoco se basan en el consenso social, ya que los derechos los posee cada persona, por el hecho de ser persona. Las votaciones parlamentarias no modifican la realidad del hombre, ni la verdad sobre el trato que le corresponde.
Ladignidad de la vida humana:
El hecho de nacer y el de morir no son nada más que hechos y sólo hechos, adornados naturalmente con toda la relevancia que se quiera. Precisamente por esto mismo no se pueden considerar dignos o indignos según las circunstancias en que se produzcan, por la sencilla y elemental evidencia de que el ser humano siempre, en todo caso y situación, es excepcionalmente digno,tanto si está naciendo, viviendo o muriendo. Decir lo contrario es ir directamente en contra de aquello que nos singulariza y cohesiona la sociedad.
Legalizar la eutanasia es una declaración de derrota social, política y médica ante el enfermo que no acabará con las perplejidades de la vida, ni de la muerte, ni con las dudas de conciencia de los médicos, de los pacientes y de los familiares.
Laautonomía personal:
“El derecho a morir no está regulado constitucionalmente; no existe en la Constitución la disponibilidad de la propia vida como tal” (J. A. Belloch, ex ministro de Justicia de España 1993-96). Si existiera este derecho absoluto sobre la vida, existirían otros derechos como la posibilidad de vender los propios órganos o de aceptar voluntariamente la esclavitud.
La autonomíapersonal no es un absoluto. Uno no puede querer la libertad sólo para sí mismo, ya que no hay ser humano sin los otros. Nuestra libertad personal está siempre vinculada a la responsabilidad por todos aquellos que nos rodean y la humanidad entera. La convivencia democrática nos obliga a someternos y aceptar los impuestos, las normas y leyes, que en ningún momento son cuestionadas como límites a lalibertad personal. ¿Por qué no queremos descubrir un bien social en la protección legal de la vida en su final? ¿Qué cultura dejaremos a nuestros hijos si les transmitimos que los enfermos no merecen la protección de todos?
¿Cómo queremos morir?
Todos queremos una buena muerte, sin que nos alarguen artificialmente la agonía, ni nos apliquen una tecnología o unos medios desproporcionados a la...
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