En Cueros

LUKE RHINEHART




EN CUEROS













































NOTA DEL AUTOR



Los años sesenta fueron, al menos durante un breve período, una edad de inocencia, una edad en la que, para los que estaban en la onda, romper con los viejos tabúes parecía inocuo y épater le bourgeois era tan natural como respirar. Fue unaépoca en la que, para algunos, llevar el cabello largo era símbolo de libertad, creatividad, drogas y sexo; en cambio, para otros, representaba la maldad, la vagancia, las drogas y el sexo. Fue una época en la que tomar drogas era una forma de exploración y no una adicción, en la que, comparadas con la marihuana y los alucinógenos, la heroína y la cocaína eran tentaciones de poca importancia. Fueuna época en la que el sexo libre equivalía a jugar, en la que nadie pensaba en la enfermedad y la muerte, pues el sida, e incluso el herpes, no eran más que un brillo maligno en los ojos de los dioses. Fue una época de y para la juventud dado que nos brindó, ante todo, la sensación de que la vida consistía en una infinidad de posibilidades.
Hemos perdido esa libertad. La juventud haperdido esa libertad.
Yo la echo de menos. En cueros es una retrospectiva de la deliciosa demencia colectiva de aquella época, vista con sentido del humor. Y es que, por mucho que recuerde ese período con afecto, hay que reírse de la locura tanto de aquellos que optaron por una vida new age como de aquellos que lucharon a brazo partido contra semejante estilo de vida. Me río de la locura, yanhelo volver a vivirla.
En cueros no pretende compendiar una época tan compleja. Se trata de una obra cómica y sin pretensiones que omite algunos de los temas más serios que dividieron a los jóvenes de la nueva edad, particularmente la guerra de la Nueva Izquierda a la cultura capitalista en general y la guerra de Vietnam en concreto. La novela está ambientada en el año 1969, los inicios de laera hippy, y para casi todos los implicados, todo seguía siendo nuevo y fresco. El mundo entero era joven y, como suele ocurrir con la juventud, la insensatez abundaba. Casi llegó a igualar a la de los mayores.
Luke Rhinehart



























AVISO



Todo lo que escribe Luke Rhinehart es, por supuesto, burlesco y falso. Por lo tanto,cualquier parecido de cualquiera de los personajes o instituciones con cualquier persona o institución aparentemente real, sea viva, muerta, o en un estado intermedio, es pura casualidad.










Es absolutamente imprescindible que descubramos nuestra verdadera esencia, que seamos fieles a nosotros mismos, que arranquemos las máscaras que nos encubren y nos expongamos en cueros.WlLHELM VON MASLOW FORMS











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—¿Qué hay, golfas? Bienvenidas a Maia —dijo un joven alto y delgado desde lo alto de la escalera. Llevaba unos vaqueros rotos y sandalias, y a cada lado del rostro le caía una maraña de rizos largos y negros. Sonrió y abrió los brazos.
Las dos chicas, agotadas de subir tantos escalones con el peso de su equipaje, sedetuvieron para mirarlo. Katya, la más bajita, consiguió esbozar una sonrisa. El sol de finales de julio era casi insoportable y apenas se veía capaz de subir los últimos diez escalones que quedaban para llegar a la terraza del bar. Estaba tan cansada que no había podido evitar que las bolsas golpearan en cada peldaño de la escalera de piedra que subía desde la carretera. Le preocupaba que, a pesar dehaberse puesto una camiseta blanca, limpia, y una minifalda negra y estrecha, el sudor ya hubiera empezado a traspasar y que quizá no se la viera tan fresca como hacía unas horas. Se volvió y vio que Diane, que también llevaba vaqueros, estaba empezando a asemejarse a una judía verde marchita. Cualquiera hubiera dicho que llevaban varios días viajando. Y así era.
—Gracias —dijo Katya....