En el pr logo
Cervantes agrega que sesiente viejo y manco, pero sus heridas son honradas porque las recibió en batalla, aunque algunas personas no lo saben.
Además, le ha dolido muchoque le han acusado de tener envidia a Lope de Vega, algo que no es cierto, afirma.
También niega sentirse ofendido por el autordel Quijote apócrifo, que ni nombra, porque entiende "lo que son tentaciones del demonio, y que una de las mayores es ponerle a un hombre en el entendimiento que puedecomponer y imprimir un libro con que gane tanta fama como dineros, y tantos dineros cuanta fama".
A estas declaraciones les siguen dos historiasanalógicas para ilustrar sus puntos, y les pide a los lectores que lleguen a conocer a Avellaneda a que se las cuenten. Y no le importan las amenazasque hace Avellaneda en el prólogo del Quijote apócrifo, de quitarle ganancias de su segunda parte, ya que Cervantes tiene el favor del conde deLemos y del cardenal arzobispo don Bernardo de Sandoval y Rojas, y que además "la honra puédela tener el pobre, pero no el vicioso".
Al final, diceque termina su segunda parte con un don Quijote muerto y enterrado para que nadie más pueda escribir historias apócrifas sobre su protagonista.
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