En La Mente Del Terrorista

EN LA MENTE DEL TERRORISTA.
Desde hace años, especialmente tras el atentado perpetrado el 11-S, se le dedica una especial atención a las causas del terrorismo. Posiblemente, una de las variantes de éste que más llama la atención es el terrorismo suicida. ¿Qué lleva a una persona a inmolarse sólo para llevarse a unos cuantos consigo? ¿Quién tiene la culpa de estos actos? ¿Es el suicida el únicoresponsable o existe una fuerza superior que dirige y organiza estos ataques en nombre de la yihad (la guerra santa)?
La opinión más extendida respecto a este tema, da a entender una imagen en las que los suicidas son simples peones a manos de personas más poderosas, que, con ayuda del supuesto fanatismo religioso de estos sujetos, les lavan el cerebro y les obligan a morir en nombre de unosideales. También tiende a asociarse a quienes realizan estos horribles actos, con barrios marginales del mundo musulmán, porque tradicionalmente se ha creído que la pobreza incrementa las actitudes violentas.
Scott Atran, antropólogo del Centro Nacional de Investigación Científica de París, ha llevado a cabo un profundo estudio en el que se refutan muchos de estas ideas estereotipadas. A diferencia dela mayoría de las investigaciones relevantes sobre este tema, realizadas con antelación, Atran no pertenece a ningún órgano gubernamental o fuerza antiterrorista, por lo que su publicación va a contracorriente de todas las demás.
Nabeel Masood, de 18 años, había conseguido recientemente una beca para estudiar en Londres. Dos primos suyos, pertenecientes a Hamás, habían muerto, pero ello nuncapareció despertar en Nabeel deseos de venganza. El 14 de marzo de 2004, Nabeel y un amigo suyo se inmolaron en la ciudad israelí de Ashdod.
Los padres de Nabeel, con los que acudió a hablar Atran, no entienden la decisión de su hijo, afirman que habrían hecho cualquier cosa para detenerle y que no se sienten orgullosos porque la muerte de su hijo no sirve en realidad para nada. ¿Qué pudo llevar aun joven con una oportunidad tan buena de mejorar su futuro, a morir y matar? Según su padre, la causa no son solo unos ideales, Nabeel murió por la gente a la que quería.
Muchos expertos elogian el trabajo que está llevando a cabo Atrán, quien señala que no es posible entender tales actos de radicalización sin conocer el contexto, el ambiente y las condiciones que empiezan a crear una motivaciónen estas personas. En palabras del autor, “la persona que comete el acto es simplemente el resultado de un proceso aleatorio, de quien en particular está en el lugar y en el momento, y qué lugar ocupa en la red en ese tiempo”.
Como han señalado otros pensadores, el hecho de que no exista una célula dedicada a realizar los supuestos “lavados de cerebro” y a dirigir a los suicidas a cometer estasmasacres, no implica que los ataques se realicen aleatoriamente, sin un objetivo concreto, pues éstos siempre están enfocados hacia la fuente de sus agravios.
Sin embargo, la idea de atentado preparado con cuidado por una organización que guía a los terroristas desde la sombra, queda completamente desfasada con los resultados obtenidos por Atran. Al analizar la situación de los suicidas quevolaron los trenes de Madrid en 2004, vemos que entre ellos no existe un patrón común. Proceden de zonas diferentes, llevan un tiempo diferente residiendo en España, alguno de ellos tienen carrera y trabajo bien remunerado, otros llevan a cabo negocios cuestionables y se les ha relacionado en numerosas ocasiones con las drogas. No eran más que unos cuantos amigos que empezaron a ver la cosas por símismos, decidieron actuar y acabaron cometiendo aquellos fatales actos. Las redes sociales en las que estos se movían, dan mucha más información que sus diferentes situaciones individuales. En contra de la también popularizada opinión de que la religiosidad favorece este tipo de crímenes, ninguno de los muchachos que participaron en dichos asesinatos había recibido educación religiosa. Parece ser,...