EN LLAMAS
Sé querespecto a la primera película hubo opiniones muy encontradas (aunque a mí personalmente me encantó, a pesar de los cambios respecto al libro), pero sobre esta segunda parte todavía no he visto una sola crítica negativa, y es que se nota el cambio de director: Francis Lawrence ha hecho un magnífico trabajo, nos ha dado a los fans de la trilogía lo que queríamos, lo que merecíamos: una adaptaciónextremamente fiel, con un guión tan bueno que podríamos llegar a compararlo con el propio libro, cada uno en su propio ámbito artístico. Si es con este directo no me importa que Sinsajo se divida en dos o tropecientas mil partes, porque sé que las disfrutaré hasta niveles estratosféricos. La influencia de Francis y el disparado aumento de presupuesto respecto de la primera película se han vistototalmente reflejados (para bien, por supuesto) en el filme, y más en concreto en las escenas de la Arena, que no podrían ser más impactantes, realistas y fieles. No voy a entrar a contaros todas mis escenas favoritas porque seguramente os contaría la película entera, pero una de las más significativas es Katniss enfundada en su vestido de novia, que se transforma en un sinsajo, el símbolo de larebelión. También me encanto la escena de los charlajos en la arena, pues es fue tal y como me la había imaginado, clavada.
Me ha encantado lo bien que introducen la historia: sin forzar la llegada de los juegos, siguiendo fielmente los pasos del libro, haciéndonos vivir un montón de cosas que tanto me gustaron como el resto de la película. Desde el principio se ponen de manifiesto lasfacultades interpretativas de Jennifer Lawrence (Katniss) y Josh Hutcherson (Peeta), que sin duda logran una gran interpretación de esos los dos personajes a los que encarnan y a los que vemos continuamente en la pantalla, porque les vemos a ellos, a la chica en llamas y al panadero de los libros. Uno de los puntos clave de la película son el comunicado de Snow sobre las reglas de los nuevos juegos y laCosecha, que me formaron un nudo en la garganta que tardó en deshacerse hasta bien entrada la película y del que creo que aun me quedan restos, pues cada vez que recuerdo esas escenas vuelven a mí el estremecimiento y la angustia que en esos momentos me embargaron, pero que tanto disfruté por ser lo que deseaba sentir, por ser lo que había sentido al leerlo de la mano de Suzanne Collins.Elizabeth Banks y Woody Harrelson, de los que ya pudimos disfrutar en la primera película, siguen interpretando a la perfección a Effie y Haymitch. En esta logramos disfrutar de ambos personajes en todo su esplendor, en especial Effie, a la que vemos tanto lucirse con su excentrisimo en el Capitolio -y en todas partes, en realidad-, como mostrar su lado más humano y sentimental, del que en laprimera no pudimos disfrutar.
Donald Sutherland (el presidente Snow) se luce mucho más en esta secuela, en gran parte gracias a su continua colaboración en pantalla con Phillip Seymour, quien interpreta a Plutarch Heavensbee. Ambos se desenvuelven muy bien en sus papeles de malo malísimo y malo-no-tan-malo-que-planea-una-rebelión, respectivamente, y consiguen cumplir a la perfección la funciónde sus conversaciones: la de explicar cómo desarrolla lo que solo conocemos como producto de la reflexión de la protagonista entre las páginas. Además, al haber leído el libro disfruté mucho más de estas conversaciones pues captaba el sentido completo de lo que decía Plutarch, haciéndome disfrutar como un niño comiendo un caramelo.
En cuanto a las nuevas incorporaciones hay que decir...
Regístrate para leer el documento completo.