En Los Confines De La Romanidad

En los confines de la Romanidad:
Venancio Fortunato, un escritor de frontera
Algo de mágico tiene el mundo de la frontera (de la frontera
en el espacio y de la frontera en el tiempo). Entre aquello que
todavía no se ha ido, pero cuyo final, si no se adivina, al menos
se presiente, y aquello que todavía no ha llegado pero que ya se
vislumbra, hay una zona de tonalidades apagadas, de incertidumbrey de ambigiiedad, de medias luces y de crep ^ sculos,
en la que todo parece difuminarse, zona de titubeo y semipenumbra. Bueno es siempre que en esa zona, como urt faro que
ilumine las dos vertientes del mundo viejo que se va y del
nuevo que se avecina, se pueda contar con algo -mejor, con
alguien- que, viniendo, bien pertrechado de todo lo que el
pasado ha ido sedimentando a lo largo de lahistbria, se
encuentre en el momento preciso y en el lugar apropiado para
poder entregar el testigo a unas generaciones nuevas, incultas,
bárbaras" en todos los sentidos de la palabra, pero dotadas de
vitalidad, de fuerza y nuevos ánimos. En el caso de la literatura
latina y, más en concreto, de la poesía latina (puesto que de un
poeta latino vamos a hablar) ese faro que ilumina el mundo que
desaparecey que se abre a nuevos horizontes está magistralmente representado por un poeta que, puesto a llamarse, se
llama nada menos que "Venantius Honorius Clementianus

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FRANCISCO PEJENAUTE

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Fortunatus" y que el mundo lo ha conocido como "Venancio
Fortunato".
Hombre paradigmático de frontera, Fortunato, con alrededor de 35 arios, viene, probablemente en el ario 565, a la Galia
de losmerovingios desde Italia, de Rávena, capital que ha sido
del imperio de Occidente, donde se ha imbuido hasta las cejas
de la cultura clásica l : detengámonos en el dato de que, entresacando, en el "Indice" redactado por M. Manitius para la edición
de Fortunato por F. Leo 2, las referencias de Fortunato a poetas
clásicos3, nos encontramos con 104 de Virgilio, 66 de Ovidio, 30
de Claudiano, 10 de Horacio,8 de Lucano y una de Catulo,
Estacio, Silio Itálico, Petronio y Marcia14.
Y con un sólido bagaje de cultura clásica viene Fortunato a
la Galia de los merovingios, un mundo rudo, duro y cruel
("bárbaro"). Trae los ^ ltimos resplandores de un sol moribundo, hermosos en su declive, sugestivos en su decadencia, y
llega a una incipiente aurora que quiere abrirse un nuevo paso
(1) Rávena es, en el s.VI, uno de los lugares donde mejor florecen los estudios
de gramática y retórica. Teodorico (muerto en el 526), que fijó su residencia en Rávena,
fomentó la vida intelectual y él, y sus sucesores, se preocupd del mantenimiento de las
cátedras p^ blicas de gramática y retórica, como recuerda F. Lot, La fin du monde antique
et le de'but du moyen dge, Paris, 1968 "La Renaissance du Livre", 19271, pág.265. Sobre
tales estudios el propio V. Fortunato nos habla en su V ita sancti Martini, I 29-30 (parvula
grammaticae lambens refluamina guttae, / rhetorici exiguum praelibans gurgitis haustum) y de
que los hizo en Rávena nos lo testimonia Paolo Diácono, cuando en su Historia
Longobardorum, II 13, nos habla de V. Fortunato: Ravennae nutritus et doctus in arte grammatica sive rhetorica seu etiammetrica clarissimus extitit: cfr. P. Riché, Éducation et culture
dans l'Occident barbare, V I-V IIIe siécles, Paris, 1962, 3 ed., revisada y corregida, pág. 186.
(2) En los Monumenta Germaniae Historica, A uctores A ntiquissimi, 4.1, M^ nich,
1981 [= 18811.
(3)

"Poetarum priorum loci expressi a Fortunato".

(4) Se impone que dejemos constancia de los numerosos trabajos que, desde
1933, ha venidodedicando S. Blomgren a Fortunato, la mayor parte aparecidos en la
revista Eranos, de los cuales varios tienen como tema central, precisamente, el estudio
de la imitación hecha por nuestro poeta de los poetas clásicos.

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en la historia entre estertores de muerte, de ruina y desolación,
a la agonizante luz de las ^ ltimas horas de la noche. Viene de la...