En los siglos XV y XVI los países ibéricos comenzaron la expansión europea por un mundo que terminaron por articular en su totalidad en función de sus necesidades e intereses. Así, los europeos fueron “inventando” nuevas regiones que respondían a esa lógica de dominación europea. América, en el siglo XVI, es uno de esos “inventos” de españoles y portugueses que desempeñó un papel fundamental enla construcción de la modernidad, aunque hay que precisar que, como señala acertadamente Walter Mignolo (2007), ese proceso fue constitutivo de la primera modernidad, mientras que la invención de América Latina, producto de la geopolítica cultural francesa y de la geopolítica económica inglesa en el continente, se realiza durante la segunda modernidad, la liderada por los habitantes de los paísesde la Europa noroccidental, que no sólo destruye la primera modernidad sino que termina por someter, aunque sólo fuera de manera informal, a los países líderes de la primera modernidad. Por consiguiente, históricamente, España desempeñó papeles ambivalentes en el sistema-mundo moderno –y, por ende, respecto a América Latina–, país imperial en la primera modernidad, país subalterno en la segunda.En cualquier caso, la situación de las regiones periferializadas en los procesos constitutivos de la modernidad pervive mucho más allá de las independencias formales de las antiguas colonias, haciendo que la situación colonial fuera definitoria del nuevo sistema social. Aunque el sistema-mundo creado se ha de definir como moderno/colonial/patriarcal, como plantea Ramón Gosfroguel (2006), porque losprocesos de jerarquización (y dominación) que conlleva la modernidad no se refieren sólo a una clasificación de lugares (centro y periferias), sino también a una clasificación racial (blancos europeos y otros) y a una clasificación de género, edad y sexo (con los varones adultos heterosexuales en la cúspide de la pirámide). Por lo tanto, la dominación europea no sólo se manifestó en el conVIENTOSUR Número 100/Enero 2009 65 La colonialidad y la imperialidad en el sistema-mundo Heriberto Cairo Carou VIENTO SUR_001_128jj 6/2/09 18:28 Página 65 trol (formal o informal) de los territorios de lo que hoy conocemos como América Latina y de sus poblaciones, sino que también impuso los modelos teóricos, epistemológicos e intelectuales de la modernidad, desechando los de los indígenas y de losafrolatinos que, destinados por los europeos y sus descendientes (los criollos) a la destrucción, se hicieron invisibles hasta su (re)surgimiento hace pocas décadas, que tiene una primera culminación en la elección por primera vez en la historia de un presidente indígena en una república latinoamericana: Evo Morales en Bolivia. A mi juicio éste es un hecho insoslayable, que define las resistencias alhecho colonial y al hecho imperial, que no son una mera política de “progreso” o de “izquierdas”. 1. Descolonización y mantenimiento de la colonialidad (del poder, del saber y el ser) En el sistema-mundo actual hemos asistido a dos grandes olas de descolonización, entendiendo ésta como el proceso de desvinculación política formal de una colonia respecto a la metrópoli: una en el último tercio delsiglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX, que afecta al continente americano, y otra que va desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta finales de los años 1980, en el que los escenarios van a ser sucesivamente Asia, África, el Caribe y el Pacífico. Los movimientos anticoloniales asumieron diversas retóricas, pero podemos generalizar diciendo que la primera oleada va a estar imbuida deideología liberal y la segunda estará más ligada a diversas fórmulas explícita o vagamente marxistas. Pero en ambos casos es común un profundo nacionalismo. Incluso, si hacemos caso de la tesis de Benedict Anderson (1993), el nacionalismo nació en América. El caso es que los movimientos anticoloniales han sido caracterizados como movimientos de liberación, pero en la mayoría de los casos han...
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