En manos de el


En Manos de Él

Es bien sabido que desde el principio de los tiempos la mujer ha adquirido una subordinación ante el hombre desde puntos de vista sociales, políticos e incluso algunos considerarían que hasta religiosos. Platón y Aristóteles estuvieron entre los primeros personajes en documentar estos hechos afirmando que las mujeres eran seres humanos defectuosos y hombres que no alcanzaronsu pleno desarrollo. Esta ideología de superioridad del hombre permaneció por siglos, e incluso aún existen familias, comunidades o incluso países que continúan con ella. Entre los dramaturgos que retrataban esta situación se encuentra Henrik Ibsen, quien se dedicaba a escribir sobre los problemas sociales y psicológicos, cerca del fin del siglo XIX el noruego escritor publicó su controversialobra Casa de Muñecas que ejemplifica el rol de la mujer como una muñeca, a la disposición y bajo autoridad de su marido. Otro importante expositor fue Tennessee Williams, un autor teatral americano que vivió en el siglo de las grandes guerras, y quien al final de su vida aceptó su homosexualidad, además de haber tenido problemas con el alcohol y drogas. Él polémico Williams, en Un Tranvía LlamadoDeseo cuenta la historia de una mujer que después de perderlo y al ser desenmascarada de la gran farsa en la que vive finalmente se vuelve loca. En el presente se comparará La Casa de Muñecas (1879) de Ibsen y Un Tranvía Llamado Deseo de Williams (1947), demostrando que en ambas evidencian la supremacía del hombre por medio del poder que ejercía éste sobre la mujer.
Para comprobar lo antesmencionado, cabe señalar que en las dos obras de teatro se manifiesta la incuestionable decisión y potestad sobre las finanzas que mantenían los hombres sobre sus esposas. El hombre podía tener bienes de cualquier tipo y podía solicitar préstamos, la mujer por su parte, no podía solicitar préstamos a no ser de contar con la autoridad de su marido y todo lo que poseyera podía ser “administrado”-omejor dicho tomado- por él. Lo anterior se observa en La Casa de Muñecas cuando Cristina, dudosa de cómo obtuvo Nora obtuvo el dinero para su viaje le recuerda a su amiga que “una mujer casada no puede tomar dinero a préstamo sin el consentimiento de su marido.” (Ibsen 14). También aparece en Un Tranvía Llamado Deseo cuando Stanley, le comenta a su cuñada sobre las leyes:
“STANLEY.— (Encogido.) Esmi deber, según el Código Civil, velar por los asuntos de mi mujer... y ahora mucho más porque... porque Stella va a tener un niño.” (Williams 17). Esto demuestra que no sólo era una práctica concurrente, sino que también estaba completamente apelado por las leyes.
Otra similitud es que los hombres ejercen control sobre la forma de actuar de sus esposas, sobretodo la supresión de su libertadde expresión. En el caso de Nora y Helmer en Casa de Muñecas, sucede que él la reprende, y utilizando un humor negro le pide que no discutan más sobre el favor que ella le estaba pidiendo, como se muestra en la siguiente cita:
“HELMER: […] Eso no lo volverá a hacer mi pajarito cantor, ¿verdad? Las aves cantoras deben tener el pico puro y limpio para gorjear bien..., sin desafinar. (La coge dela cintura). ¿No es verdad?... Sí, ya lo sabía yo. (La suelta). Y ni una palabra más respecto de este asunto. (Se sienta delante de la chimenea). ¡Qué bien se está aquí! (Hojea los papeles. Nora sigue adornando el árbol. Pausa).” (Ibsen 30).
También en la misma obra aparece que Nora busca convencer a su esposo de contratar a su amiga, argumentando lo deseosa que ella está sobre acatar órdenes dehombres: “NORA: Cristina, para que lo sepas, entiende mucho de trabajos de oficina y, además, tiene grandes deseos de ponerse a las órdenes de un hombre superior y de adquirir aún más experiencia.” (Ibsen 21). Por otro lado, aparece también un caso en el que Stanley le pide a su esposa y cuñada que guarden silencio sin motivo alguno: “STANLEY. —Basta ya, cotorras... Callaros de una vez. STELLA....