En medio Dios
Por debajo de la conciencia yace un abismo, un mundo desconocido que denominamos inconsciente.
Lo consciente es como un fósforo encendido y lo inconsciente es como una enorme nocheoscura.
Lo consiente es como una isla de pocos metros cuadrados y lo inconsciente es como un océano dilatadísimo
Lo más importante de nosotros es lo desconocido de nosotros Por eso hacemos lo queno queremos, porque desde zonas desconocidos nos urgen impulsos desconocidos, que nos sorprenden y dominan en la conciencia y nos hacen hacer lo que no queremos.
Ya conocemos los hijos e hijasdel egoísmo: orgullo, vanidad, envidia, rencor, venganza, resentimiento, en fin agresividad de todo color.
Estas son las fieras que despedazan la unidad y el amor e Incendian las guerras entre elesposo y la esposa.
Qué hacer para que estos hijos del egoísmo no nos lleven al fracaso conyugal; el sentido común, una buena educación, una orientación psicológica, pueden constituir una preciosaayuda para el éxito matrimonial pero no basta, necesitamos tender un puente entre dos orillas, entre dos corazones, buscamos una fuerza nueva que viniendo de fuera se instale entre los dos corazones.Que difícil mantener una relación matrimonial sin agrietarse, a lo largo de los años.
Es fácil ser felices y vivir unidos en los primeros años, tiempos de novedad e ilusión en el que se espera y llegael primer hijo, pero pasan los años, la monotonía va poblando los espacios y en su lugar hacen su aparición los nervios y los gritos, en medio de semejante turbulencia imposible sostener en altola alegría conyugal.
El amor es una corriente que nace en el corazón de Dios, pasa por los ríos de Jesús y se derrama de manera privilegiada en el corazón de los esposos.
Podemos afirmar quecualquiera manifestación de amor es una participación de la naturaleza divina porque Dios es amor, hemos repetido hasta la saciedad que al amable todo el mundo ama y con el simpático todo el mundo...
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