En pos de mi voz interior
mis pensamientos. Me pareció una idea totalmente revolucionaria. En esa épocayo vivía en Nueva
York y descubrí la Iglesia de la Ciencia Religiosa. (A menudo se confunde la Iglesia de la Ciencia
Religiosa, o Ciencia de la Mente, fundada por Ernest Holmes, con la Iglesia dela Ciencia Cristiana,
fundada por Mary Baker Eddy. Ambas reflejan un «nuevo pensamiento», pero son filosofías distintas.)
La Ciencia de la Mente tiene pastores y miembros activos que siguen lasenseñanzas de la Iglesia
de la Ciencia Religiosa. Ellos fueron las primeras personas que me dijeron que mis pensamientos
determinaban mi futuro. Aun cuando no entendí lo que querían decir, este conceptotocó lo que yo
llamo la «campanilla interior», ese lugar de intuición que solemos llamar la «voz de dentro». Con los
años he aprendido a seguirla, porque cuando esa campanilla suena diciendo «sí»,aun en el caso de
que parezca una decisión loca, sé que para mí es la correcta.
Así pues, esos conceptos pulsaron una cuerda en mí. Algo me dijo: «Sí, son correctos». Entonces
comencé la aventura deaprender la forma de cambiar mis pensamientos. Una vez acepté la idea y
dije «sí», comencé a aprender los córnos. Leí muchísimos libros, mi casa empezó a parecerse a las
de algunos de nosotros,atestada de libros espirituales y de autoayuda. Durante muchos años asistí a
clases; investigué todo lo relacionado con el tema. Literalmente me sumergí en la filosofía del «nuevo
pensamiento». Era laprimera vez en mi vida que estudiaba. Hasta entonces no había creído en nada.
Mi madre era católica no practicante, y mi padrastro, ateo. No sé por qué tenía la extraña idea de que
los cristianos obien usaban cilicios o eran comidos por los leones, y ninguna de las dos cosas me
entusiasmaba en lo más mínimo.
En realidad me dediqué a ahondar en la Ciencia de la Mente porque era el camino que...
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