En venta
-Amiga, estoy mal- me dice llorando, -no sé que se cree él para tratarme así, como un objeto sexual, como una cosa, solo le importa mi cuerpo, no me considera- y lloraba,lloraba, realmente le dolía el alma; le dolía mucho más que cuando de un solo "quirofanazo" se hizo lolas, nalgas, lipo y saliendo de allí, botox.
Acto seguido, inundó las redessociales con fotos mostrando hasta lo que no había tocado el bisturí, una carnicería de lujo: puro lomito; exitazo total, seguidores a montón, comentarios de admiración por toneladas. De allíconoció al fulano.
Continuaba desahogándose en medio de amargas lágrimas: -me gasto medio sueldo en el cabello, todavía estoy pagando la ropa y los zapatos que me compré para estarbella para él, a su altura, ¿para qué, dime, para qué?
La conocí hace unos años, sé que en ella se puede confiar con los ojos cerrados, honesta, incondicional, excelenteadministradora, cocina riquísimo; me sentía realmente inútil, cuando yo estaba mal siempre terminaba haciéndome reír y yo no podía, lo que tenía que decirle no la haría sentir mejor: -le vendiste tucuerpo y eso fue lo que él compró-
Estoy convencida que somos más que músculos torneados, dorados bronceados y hermosas melenas. Somos seres completos, así nos hizo Dios, nosotrosnos volvimos complejos.
Se nos hace tan fácil quitarnos la ropa y exhibirnos cual mercancía barata, ¿qué escondemos al mostrar tanto? ¿realmente nos conocemos? ¿nos gustamos a nosotrosmismos? ¿qué es lo que estamos vendiendo de nosotros?
Disfruto mucho viendo fotos de amplias sonrisas, miradas felices, abrazos sinceros, fotos cargadas de verdad y no llenas deplástico. Estamos hechos para amar y ser amados, no somos un producto o mercancía en venta.
Darnos el justo valor es decisión de cada uno y el primer paso para hacerlo no necesita permiso.
Regístrate para leer el documento completo.