Enajenacion Cultural Y
La verdad de una filosofía se revela, cuando es capaz de ser autoconciencia teórico – práctica de una realidad concreta y contextualizada. Cuando su espíritu aprehensivo está en condiciones de seguir la lógica especial del objeto especial, en sus múltiples determinaciones y condicionamientos, como bien decía Marx.
Precisamente, el marxismo, como filosofía dela praxis y de la subjetividad humana, continúa dando cuenta y razón del momento actual en que vive la humanidad, así como los medios necesarios para transformarlo en beneficio del ser humano. Es una filosofía, que por expresar en “alma y cuerpo” las necesidades e intereses de las grandes masas, y fundar su visión del mundo en relación con el hombre sobre bases humanistas, encuentra siempre oídosreceptivos para construir utopías realistas y concretarlas en la praxis. Por eso, los que han declarado su réquiem, imbuidos o entusiasmados por otras filosofías o nihilistamente negando toda filosofía, han sufrido la decepción de ver su renacer como el ave fénix, con más fuerzas que nunca para continuar la lucha.
La autenticidad del marxismo creador, como filosofía de la praxis, con surespectivo flexible aparato categorial, se determina, en gran medida por su sentido histórico - cultural y complejo. Una cosmovisión que hace de la actividad humana, encarnada en la cultura, el centro de sus discernimientos cognoscitivos, prácticos, valorativos y comunicativos, en la construcción del saber y la revelación de valores.
Las infinitas posibilidades hermenéuticas, heurísticas, y culturales,en general, que impregna a la filosofía marxista o son inmanentes a ella, y a su discurso expresivo, le otorgan un estatuto especial desde el punto de vista teórico – metodológico y práctico para explicar con razón suficiente, un problema que afecta a la humanidad: la necesaria aprehensión cultural y su antítesis destructivo: el proceso ininterrumpido de alienación en tiempos de globalizaciónneoliberal.
Nadie desconoce el estado actual de la realidad social del mundo, los grandes problemas de la desigualdad social, la distribución del ingreso, la estructura salarial, las políticas laborales y de seguridad social, y la imposibilidad de realización humana en un mundo donde la enajenación merodea como “águila rapaz” y hace inaccesible toda aprehensión cultural. Abundan los tratados,ensayos, etc., que reflejan con suficiente objetividad tal realidad, aniquiladora del sentido de la vida y la rica espiritualidad de nuestros hombres “naturales”. Sin embargo, en mi criterio, aún se carece de un estudio que aprehenda el problema en su naturaleza cultural - holística y compleja, fundado en un enfoque hermenéutico - marxista del mundo actual, en estrecha relación con la resistenciaidentitaria y su antítesis: la enajenación progresiva que ahonda y profundiza con creces los impactos de la globalización neoliberal salvaje, particularmente en nuestra región. Se requiere, además, de una reforma en el pensamiento que transforme las estrategias educativas para formar un hombre con ciencia y con conciencia, capaz de vincular en unidad indisoluble los mundos del trabajo, de la escuela yde la vida, es decir, educar para la resistencia, con espíritu de raíz identitaria y espíritu universal.
Por supuesto, en la concepción de la formación de la identidad no se puede perder de vista que es desacertado metodológicamente, en mi criterio, privilegiar lo autóctono en detrimento de lo general, o negar la huella de lo asimilado en dicho proceso, en función de determinar laoriginalidad o autenticidad de lo nuestro, o por el contrario, hiperbolizar lo exógeno menoscabando lo endógeno.
Este proceso de conformación identitario, vinculado estrechamente a la cultura de resistencia que se va forjando, aparece reflejado en el rico pensamiento latinoamericano de los siglos XIX y XX y actualmente emerge con fuerza en varios países latinoamericanos, particularmente Cuba, Venezuela,...
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