Enciclica
1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta. Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción ytestimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta goza con la verdad. Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano. Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y laverdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros.
2. La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia. La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza. Y esto no es algo de poca importancia hoy, en un contexto social y cultural, que con frecuencia relativizala verdad, bien desentendiéndose de ella, bien rechazándola. Sólo en la verdad resplandece la caridad y puede ser vivida auténticamente. La verdad es luz que da sentido y valor a la caridad. Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. Éste es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad. En la verdad, la caridad refleja la dimensión personal y al mismo tiempo pública de la fe en elDios bíblico, que es a la vez Agapé y Lógos: Caridad y Verdad, Amor y Palabra.
4. Puesto que está llena de verdad, la caridad puede ser comprendida por el hombre en toda su riqueza de valores, compartida y comunicada. La verdad abre y une el intelecto de los seres humanos en el lógos del amor: éste es el anuncio y el testimonio cristiano de la caridad. En el contexto social y cultural actual, enel que está difundida la tendencia a relativizar lo verdadero, vivir la caridad en la verdad lleva a comprender que la adhesión a los valores del cristianismo no es sólo un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y un verdadero desarrollo humano integral. Queda excluida de los proyectos y procesos para construir un desarrollo humano de alcance universal, en eldiálogo entre saberes y operatividad.
5. La caridad es amor recibido y ofrecido. Los hombres, destinatarios del amor de Dios, se convierten en sujetos de caridad, llamados a hacerse ellos mismos instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad.
La doctrina social de la Iglesia responde a esta dinámica de caridad recibida y ofrecida. Es caritas inveritate in re sociali, anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad. Dicha doctrina es servicio de la caridad, pero en la verdad. El desarrollo, el bienestar social, una solución adecuada de los graves problemas socioeconómicos que afligen a la humanidad, necesitan esta verdad. Sin verdad, sin confianza y amor por lo verdadero, no hay conciencia y responsabilidad social, y la actuaciónsocial se deja a merced de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos disgregadores sobre la sociedad, tanto más en una sociedad en vías de globalización, en momentos difíciles como los actuales. Deseo volver a recordar particularmente dos de ellos, requeridos de manera especial por el compromiso para el desarrollo en una sociedad en vías de globalización: la justicia y el bien común. Ubisocietas, ibi ius: toda sociedad elabora un sistema propio de justicia. Por un lado, la caridad exige la justicia, el reconocimiento y el respeto de los legítimos derechos de las personas y los pueblos. Se ocupa de la construcción de la «ciudad del hombre» según el derecho y la justicia. La caridad manifiesta siempre el amor de Dios también en las relaciones humanas, otorgando valor teologal y...
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