Enciclica
Sobre la preocupación social de la Iglesia
Carta Encíclica del Sumo Pontífice Juan Pablo II
30 de diciembre de año 1987
con ocasión del vigésimo aniversario de la encíclica Populorum Progressio,
Estructura
• Bendición
• Capítulo I: Introducción
• Capítulo II: Novedad de la encíclica Populorum progressio
• Capítulo III: Panorama del mundocontemporáneo
• Capítulo IV: el auténtico desarrollo humano
• Capítulo V: Una lectura teológica de los problemas modernos
• Capítulo VI: Algunas orientaciones particulares
• Capítulo VII: Conclusión
Un desarrollo solamente económico no es capaz de liberar al hombre, al contrario, lo esclaviza todavía más. El ser humano es totalmente libre sólo cuando es él mismo, en la plenitud desus derechos y deberes; y lo mismo cabe decir de toda la sociedad.
El principal obstáculo que la verdadera liberación debe vencer es el pecado y las estructuras que llevan al mismo, a medida que se multiplican y se extienden.
menciona el tema del empleo y de la deuda externa como aspectos emblemáticos de la situación.
Se detiene luego en examinar las causas políticas de la situacióncontemporánea a la encíclica. Parte de la consideración de los dos bloques de Este y Oeste que se contraponen en especial por motivos políticos y económicos, unos inspirados en el capitalismo liberal, otros en el colectivismo de inspiración marxista. De la contraposición ideológica se ha pasado a la contraposición militar dando lugar a la Guerra fría. Sin embargo, la doctrina social de la Iglesia ha criticadoe incluso condenado ambas doctrinas no solo por el evidente rechazo de Dios del marxismo sino por la poca versatilidad que, según el Papa, ambas ideologías tienen para lograr afrontar las situaciones nuevas y promover el desarrollo integral del hombre. De esta consideración general, pasa a una crítica de la carrera armamentística, del terrorismo, del control de la natalidad por parte de losEstados.
A todos estos elementos negativos se suman algunos positivos como el aumento de la conciencia de la dignidad de cada persona, de la interdependencia que lleva a la solidaridad, el respeto por la vida, etc.
La tercera parte de la encíclica está dedicada al tema del desarrollo humano integral (opuesto ya como concepto por Pablo VI al del “progreso” de origen iluminista). El aumento de bienes ola mayor facilidad de acceder a servicios, afirma Juan Pablo II, se ha mostrado insuficiente y que lleva a una especie de “superdesarrollo” que es inmoral pues implica el dejar la supremacía al “tener” sobre el “ser”. Un desarrollo basado solo en aspectos económicos no es suficiente.
Según el Papa, es una visión teológica la que permite una propuesta de desarrollo integral del hombre. La fecristiana con el plan de salvación que Dios ha ido revelando es la respuesta al sueño de un progreso infinito y ofrece también motivos profundos para el actuar cristiano en el ámbito social y económico. Es fuente de una obligación de solidaridad y de empeño por el desarrollo de todos pues ofrece motivación al valor de los derechos de cada persona y el consiguiente respeto por ellos. También se puedeaplicar al uso de los recursos y l respeto al medioambiente.
En la cuarta parte, el Papa -según se anuncia en el mismo título- ofrece una lectura teológica de la problemática contemporánea en especial del poco desarrollo que se ha dado tras la Populorum progressio. Se identifican las causas morales en la presencia de los dos bloques mencionados anteriormente que suponen la presencia de auténticasestructuras de pecado: Ambas pueden resumirse en la expresión “a cualquier precio”. Pero este análisis de causas y situaciones ofrece también, según Juan Pablo II, el camino a las soluciones pues hacen ver que el problema no es político ni económico sino de orden moral. De la conciencia de la interdependencia de los pueblos se ha de pasar a la solidaridad. La fe le aporta nuevas dimensiones a...
Regístrate para leer el documento completo.