Enciclicas
Conviene recordar ante todo el tríptico trinitario de los años 1979-1986, que abarca las encíclicas Redemptor hominis, Dives in misericordia y Dominum et vivifícatem. A la década 1981-1991 pertenecen las tres encíclicas sociales: Laborem exercens, Sollicitudo rei socialis y Centesimus annus. Luego están las encíclicas que tratan temas de eclesiología: Slavorumapostoli (1985), Redemptoris missio (1990) y Ut unum sint (1995). En el ámbito eclesiológico se puede situar también la última encíclica, hasta ahora, del Papa: Ecclesia de Eucharistia (2003), así como en cierto sentido, la encíclica mariana Redemptoris Mater (1987).
Ya en su primera encíclica el Papa había unido íntimamente los temas de la madre Iglesia y de la Madre de la Iglesia, ensanchándolos alámbito histórico-teológico y pneumatológico: «Suplico sobre todo a María, la celestial Madre de la Iglesia, que se digne, en esta oración del nuevo Adviento de la humanidad, perseverar con nosotros que formamos la Iglesia, es decir, el Cuerpo místico de su Hijo unigénito. Espero que, gracias a esta oración, podamos recibir al Espíritu Santo que desciende sobre nosotros (cf. Hch 1, 8) yconvertirnos de este modo en testigos de Cristo "hasta los últimos confines de la tierra"» (Redemptor hominis, 22). En la mariología, para el Papa, se encuentran todos los grandes temas de la fe: no hay encíclica que no concluya con una referencia a la Madre del Señor.
Y, por último, tenemos tres grandes textos doctrinales, que pueden situarse en el ámbito antropológico: Veritas splendor (1993),Evangelium vitae (1995) y Fides et ratio (1998).
Laborem Exercens
Laborem Exercens
Para entender y reflexionar la encíclica |
Carta Encíclica sobre el trabajo humano (1981, Juan Pablo II) |
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Laborem Exercens.
Carta Encíclica promulgada por el Papa Juan Pablo II el 14 de Septiembre de 1981.
Sobre el trabajo Humano.
CONTEXTO:La encíclica Laborem Exercenstiene una visión histórica y global de la civilización occidental que se ha preocupado sobre todo de desarrollar el lado objetivo del trabajo para someter a la naturaleza y liberar al hombre de condiciones de vida de gran pobreza y miseria. Ha logrado de modo extraordinario acrecentar el control del hombre sobre la naturaleza. Sin embargo, el lado subjetivo del trabajo ha sido casi totalmentedescuidado.
El hombre ha elegido las formas de su cooperación en el trabajo y, su organización social en total independencia del justo desarrollo de la persona humana. El resultado es que hoy nos hallamos más seguros que en el pasado frente a las amenazas que provienen de la naturaleza (carestía, sequía, inundación, etc.), pero mil veces más inseguros ante las amenazas que nos vienen de los demáshombres o que surgen de nuestra propia intimidad personal (crisis económica, guerras, alienación, neurosis de las grandes concentraciones urbanas...). De hecho, no nos hemos parado a pensar y proyectar nuestro trabajo de suerte que nos haga plenamente humanos.
CONTENIDO * La presente encíclica trata la concepción del hombre y del trabajo. El enfoque general responde a un análisis de la épocamoderna, en que se han desarrollado con enorme profusión experiencias de carácter económico, social, histórico, teológico, antropológico, etc. Generalmente acerca del trabajo humano, se ha ignorado su concepto exacto.
La Encíclica va más al fondo, llega al corazón del concepto mismo del trabajo humano. En lugar de trazar un modelo ideal, Juan Pablo II ayuda a comprender lo que ha acontecido ysigue aconteciendo en la historia, de qué modo puede el hombre transformarse con su trabajo, hacerse más hombre. Además Laborem Exercens muestra cómo los socialismos tratan a los seres humanos como instrumentos de producción y no como personas-sujetos de trabajo. Por otra parte, en los liberalismos se les trata como mercancía sujeta al mercado de la oferta y la demanda. Con la proletarización de los...
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