Encuentro Con El Conocimiento Y Práctica Docente

EL ENCUENTRO CON EL CONOCIMIENTO EN LA PRÁCTICA DOCENTE. ¿UN TERRITORIO A CONSTRUIR?
Mgt Liliana Ressia liressia@speedy.com.ar

1.- Las instituciones educativas y la condena de la práctica.
Quienes transitamos las instituciones educativas de nivel terciario, sabemos que las mismas no reservan un espacio para la reflexión sobre sus propias prácticas, ni sobre las concepciones de práctica quecirculan al interior de ellas, aún cuando, en el caso de quienes desempeñamos nuestra tarea en la Formación Docente, sostengamos a viva voz que es la práctica docente el eje que articula toda la formación del futuro enseñante y desde las cátedras dediquemos horas al análisis de las prácticas en otros niveles del sistema. Las instituciones educativas están impregnadas por las contradicciones de laformación social; guiados por la estructura propuesta por el Estado o por la solución dada por expertos a los problemas de la práctica docente sus miembros, a menudo, “producimos y re-producimos” puntos de referencia y esquemas de interpretación- acción - traídos desde otros ámbitos no sólo nacionales sino - la mayoría de las veces-, internacionales. Nadie duda que al interior de lasinstituciones educativas circula el conocimiento. Pero ¿qué conocimiento? ¿Somos los docentes constructores o simplemente ventrílocuos, del saber construido en otros espacios? En las últimas décadas, los miembros de la institución educativa quedamos atrapados en una trama de relaciones meritocrátricas, (licenciaturas, maestrías, capacitación) que nos habilita como profesionales y nos otorga poder tanto enel adentro como en el afuera de la institución. Sin embargo, una mirada hacia el interior de nuestras prácticas develan que seguimos repitiendo acciones ritualizadas, y por ende cristalizadas, tanto con el conocimiento como con los otros sujetos institucionales. La institución, lejos de tener existencia de construcción grupal, al conducir a la individualización, genera que se pierda de vista elpoder del trabajo conjunto; el sistema meritocrático nos interpela como un todo desde el discurso en singular (“el docente”, “el/la administradores,

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estudiante”, “la institución”). Este singular homogeiniza la realidad, la opaca, provoca invisibilidad y nos deja fuera del protagonismo. “Es así como nos convertimos en cuerpos organizados, que saben lo que son, lo que está bien y lo que estámal. Cuerpos en los que la vida está bloqueada por lo que dicen que son, por lo que se permiten vivir, por lo que aceptan desear.” (Larrauri, M- Max, 2000: 36). El problema sin resolver en la práctica docentes es que se la ve, y desde adentro también la vemos, como un lugar de aplicación, de correspondencia, de adecuación de la teoría. Es como si los docentes asumiéramos la “condena de lapráctica, el mandato - hasta convertido en deseo - de “aplicar la teoría”. Desde el aparato ideológico del Estado, desde la teoría rigurosa del experto, desde el imaginario social, nos interpela la demanda de efectuar “ buenas prácticas” educativas, entendiendo como tales aquellas prácticas orientadas hacia la ejecución de las políticas educativas, dirigidas a corroborar el valor de verdad del “conocimiento científico”. Prácticas cuyo valor no va más allá de introducir “ formas de conocimiento que tienen un impacto regulador ( Popkewitz, 1988) y que lejos de promover la interrogación, la búsqueda, nos excluyen; niegan el lugar inalienable del sujeto constructor de conocimiento y, nos llaman a silencio. Y al suturar el lugar del sujeto, nos deja sin respuestas, invalida la posibilidad de tenerla voz para alojarnos en el espacio del portavoz. Aún desde la adhesión a marcos teóricos referenciales de la pedagogía crítica de los contenidos y del enfoque hermenéutico-reflexivo, desde la concepción del docente como intelectual transformador , la tarea cotidiana normatiza el lugar de la reproducción de saberes; nos entrampa en la dicotomía entre los que producen conocimiento y los que lo...