Encuentro
Ocurrió esta mañana , no recuerdo que estaba haciendo, mi cabeza estaba ocupada vagando por entre quién sabe que ideas cuando de repente sentí una presencia, sentí que alguien estaba conmigo; levante la mirada y sí, ahí estaba él, observándome, quieto, silencioso; a pesar de mi sorpresa no quise reaccionar, me dedique instintivamente a revisarlo de arriba a abajo, al fin y al cabollevaba mucho tiempo sin verlo, sin saber de él; lo noté un poco encorvado, su cabello ahora es francamente gris, se veía sereno, más bien ausente, y mientras continuaba mi repaso empecé a sentir como afloraban a borbollones recuerdos, sentimientos y emociones que llenaron como un torrente mi conciencia, no podía ser de otra manera, allí estaba él, mi amigo, el primero de todos y seguramente elmás importante de mi vida, aquel con quien crecí, con el que compartí mi no muy rica infancia, aquella época cuando él era mi único amigo y yo el suyo; volvieron a mí esas largas jornadas en las que nos sentábamos a jugar en un patio o en un andén, con una tapa, una pelota de caucho o un simple guijarro, pateándolos sin pretensión alguna de competir o de ganar, solamente estábamos ahí, él y yo,hablando, compartiendo, sin que nos importara el tiempo o el mundo que seguramente se estaba moviendo a nuestro alrededor, recordé también las repetidas ocasiones en que acosado por el tedio o la nostalgia, él venía a buscarme, a confesarme sin palabras su tremenda soledad y cómo yo, sin saber de donde, me dedicaba a llenarle la cabeza de fantasías y de sueños en donde siempre el final era feliz, deesa manera, haciendo ése ejercicio, el de vendedor de sueños, yo mismo me convertí con el tiempo en un soñador empedernido; recordé también episodios de nuestra adolescencia, cuando estudiábamos juntos; de cuantas veces él, con su cara de juicioso me trataba de convencer para terminar alguna tarea y yo, con argumentos rebuscados lo convencía de dejarla para más tarde, perdón… para muy tarde; deesa misma época aparecieron escenas de nuestro tortuoso tránsito hacia la madurez, de cómo empezamos, empujados por el instinto, a soñar con amores, con idilios y aventuras que casi siempre resultaron imposibles, hasta cuando algún día y por gracia de no sé quien, resultamos enamorados de la misma muchacha; el desenlace de aquella coincidencia, él y yo lo sabemos.
En fin, mientras él estaba ahíparado observándome y yo me decidía a incorporarme, pasó como una ráfaga en mi cerebro, toda mi vida, toda la que compartí con él, mientras que de una manera un tanto borrosa e incierta, también reapareció la etapa en donde comenzamos a distanciarnos, aquella cuando yo, movido por otros intereses empecé a sentirlo como un juez, como un lastre que no me dejaba tomar vuelo; en aquel entonces sevolvió cada vez más difícil hablar con él, yo lo presionaba, lo asediaba con interrogantes y él adoptaba una desesperante actitud pasiva, haciendo gala de ese casi arte que había aprendido tan tempranamente en su hogar, el de callar y observar; yo en cambio, había adoptado las maneras propias del hombre de mundo, hablador, dicharachero, con la agilidad propia de quien se ha acostumbrado a caminarpor una cuerda floja y fue por eso, al menos así lo creo yo, que nuestras vidas tomaron rumbos diferentes y mientras yo me convertía en entrañable amigo de la soberbia, la banalidad y la bohemia, dedicado a compartir la vida con toda clase de personajes que llenaron mis vacíos y mis deseos, él permaneció inmóvil viéndome cambiar y seguramente a la espera de alguna señal que nunca le envié.Cuando ya pude hablar, le pregunté ¿como estas? y su respuesta fue simple, lacónica:
–estoy bien, estoy vivo.
A pesar de esa respuesta, le seguía preguntando: Que te hiciste?; Que haz hecho todos estos años?, Por qué te perdiste de mi vida?, otra vez su respuesta se resumió de manera cortante:
-He estado viviendo, he estado esperando
Decidí olvidarme de preguntas y me dedique a lo que...
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