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Política Argentina

Democratización:

Presidencia de R. Alfonsín

Introducción
Contexto histórico
El presidente Raúl Alfonsín asumió la presidencia de la República Argentina el 10 de diciembre de 1983 iniciando el proceso conocido como ‘democratización’ dando fin al autoritarismo militar precedente. Alfonsín llega al poder por elecciones libres y sin proscripciones, como una alternativaa la revolución y por oposición a la dictadura. Con él se reinstaura un principio de legitimidad que había quedado en absurdo durante los regímenes anteriores: el democrático. Como en 1916, la multitud que se volcó a las calles sentía que la civilidad había alcanzado el poder.
Pronto se puso de relieve la dificultad para satisfacer el conjunto de demandas de todo tipo que la sociedad había venidoacumulando y que esperaba ver resueltas de inmediato, tal vez por la convicción de que el retorno a la democracia suponía la solución de todos los problemas. Pero éstos subsistían, y sobre todo los económicos. Desde 1981 la economía se encontraba en estado de desgobierno y casi de caos: inflación desatada, deuda externa multiplicada y con fuertes vencimientos inmediatos, y un estado carente derecursos, sin posibilidad de atender a los variados reclamos de la sociedad.
El adversario político principal del radicalismo gobernante, el peronismo, vivía una fuerte crisis interna y agudizada por lo que fue, en toda su historia, la primera derrota electoral.
El radicalismo había alcanzado una proporción de votos sólo comparable con los grandes triunfos plebiscitarios de Yrigoyen o Perón, ytenía la mayoría en la Cámara de Diputados, pero no controlaba la mayoría del Senado.
La UCR constituía una fuerza no demasiado homogénea, donde se discutieron y hasta obstaculizaron muchas de las iniciativas del presidente.
El radicalismo no tenía muchos apoyos consistentes en el ámbito de la los poderes corporativos (los militares, la iglesia, los sindicatos). Pero cuando asumió el gobierno, elpresidente Alfonsín tenía detrás de sí una enorme fuerza, cuya capacidad era aún una incógnita: la civilidad, identificada con la propuesta de construir un Estado de derecho, al cual esos poderes corporativos debían someterse, y consolidar un conjunto de reglas, capaces de zanjar los conflictos de una manera pacífica, ordenada, transparente y equitativa.
Los problemas económicos parecían porentonces menos significativos que los políticos: lo fundamental era eliminar el autoritarismo y encontrar los modos auténticos de representación de la voluntad ciudadana. El gobierno atribuyó una gran importancia, simbólica y real, a la política cultural y educativa, destinada en el largo plazo a remover el autoritarismo que anidaba en las instituciones, las prácticas y las conciencias. Coincidiendo conlos deseos de la sociedad de participación y de ejercicio de la libertad de expresión y opinión, largamente postergada, las consignas generales fueron la modernización cultural, la participación amplia y sobre todo el pluralismo y el rechazo de todo dogmatismo. Se desarrolló un programa de alfabetización masiva, se atacaron los mecanismos represivos que anidaban en el sistema escolar y seabrieron los canales para discutir contenidos y formas lo que debía culminar en un Congreso Pedagógico que, como el de cien años atrás determinaría qué educación quería la sociedad. En el campo de la cultura y de los medios de comunicación manejados por el Estado, la libertad de expresión, ampliamente ejercida, permitió un desarrollo plural de la opinión. En la Universidad y en el sistema científico delEstado volvieron los mejores intelectuales y científicos, cuya marginación había comenzado en 1966. Además de volver a la vida académica, los intelectuales se incorporaron a la política, y la política se intelectualizó. Su presencia fue habitual en los medios de comunicación. Alfonsín recurrió a ellos, como asesores o funcionarios técnicos, y su discurso, que traducía en clave política lo que...