Enfoque

Corsaro (1985), quien ha conceptualizado la cultura de pares de una manera perspicaz. Es interesante que Corsaro (Corsaro y Eden, 1990; Corsaro y Pizzo, 1988) juzga su trabajo quizás en disparidadcon el principal énfasis de Piaget. Obviamente, diferimos en la mirada de este aspecto de su pensamiento porque observamos la concordancia en cuestiones fundamentales. En particular, Corsaro cree quePiaget propone que la función primaria de la experiencia interpersonal es promover “el desarrollo individual”. Cualquiera sea la verdad que esta visión contenga, creemos que Piaget también sepreocupaba por la función de la experiencia interpersonal en promover la identidad cultural. Dejando de lado esta posible diferencia, proponemos describir los puntos en los cuales

p. 282

elpensamiento contemporáneo de Corsaro extiende las ideas que Piaget propuso en sus primeros trabajos.

Primero, Corsaro enfatiza la importancia de la experiencia entre pares en el desarrollo social infantil.La experiencia entre pares no se visualiza como un “aprendizaje para una sociedad adulta”, sino que se percibe como el medio para establecer la cultura de pares, en su propio derecho. En estemirada, Corsaro como Piaget, se apartan de la corriente principal de los teóricos de la socialización, quienes ven la experiencia entre pares, ya sea como enseñanza de los rudimentos de la sociedad adulta,o como una fuente potencial de desviación de las normas de la sociedad adulta.

Segundo, Corsaro propone que la socialización infantil es un proceso colectivo que ocurre en público, en lugar de unproceso individual que tiene lugar en la reflexión privada. La tarea principal de la niñez es construir conocimiento, no primariamente para uno mismo, sino para una comunidad de personas quecomparten el mismo sentido de cultura (Corsaro y Eden, 1990, p.199). El conocimiento no se construye para uno mismo o para el bien individual sino que se dirige a la comprensión mutua con otras personas...