ENGLISH

Principio del formulario
Podría comenzar mi charla de esta mañana poco en broma haciendo la pregunta, no si hay una cultura americana común, pero ¿cómo es que una sesión plenaria de la Academia Americana de Religión está dedicado a esta cuestión en una sociedad con tan poderoso y monolítico una cultura común como la nuestra? La respuesta, sin embargo, es evidente: se ha convertido en parte dela cultura común de preguntar si existe una cultura común en Estados Unidos.
K. Anthony Appiah, profesor de Estudios Afroamericanos y Filosofía en la Universidad de Harvard, en una revisión reciente libro de Nathan Glazer Todos somos multiculturalistas ahora (cuyo título hace que el punto) cita el libro diciendo que "La base de datos Nexis de los principales periódicos no hace referencia almulticulturalismo en fecha tan tardía como 1988, a tan sólo 33 artículos en 1989, y sólo después de que un rápido aumento-más de 100 artículos en 1990, más de 600 en 1991, casi 900 en 1992, 1200 en 1993 y 1500 en 1994 ... "(7) Appiah añade:" Cuando se trata de diversidad parece que todo marcha al ritmo de un tambor simple ". (32) Hay algo muy agradable a la multiculturalidad en la cultura estadounidensecomún, pero tal simpatía no debe ser asumido como algo natural o común en todas las sociedades hoy en día. Vale la pena ver el caso contrario de Francia. Rodney Benson, un estudiante graduado en mi departamento, está escribiendo una tesis muy interesante, que, entre otras cosas, compara el destino del multiculturalismo en Francia y EE.UU. Benson describe un multiculturalismo naciente francesa definales de 1970 y principios de 1980 como última instancia, ser rechazado por prácticamente todo el espectro ideológico a favor de un republicanismo universalista a finales de 1980, justo cuando el multiculturalismo en los EE.UU. estaba despegando. ¿Por qué la cultura estadounidense ha sido tan singularmente receptivo al multiculturalismo como ideología es un punto al que volveremos.
Peroprimero, una perspectiva sociológica acerca de por qué no sólo es, pero tiene que haber una cultura común en Estados Unidos: la cultura no flota libre de las instituciones. Una orden institucional de gran alcance, tendrán una cultura común de gran alcance. Un ejemplo de la importancia de esta relación entre la cultura y las instituciones es proviene de la reciente reunificación de Alemania. En losúltimos días de la República Democrática Alemana, los manifestantes corearon "Wirsindein Volk", y el canto agitó euforia entre los alemanes occidentales también. Pero la experiencia dolorosa e inesperada de la convivencia, que hizo vívido para mí por un sobresaliente tesis doctoral de Harvard presentó a principios de este año por Andreas Glaeser, mediante la integración de Oriente y Occidente policíasalemanes en una fuerza de policía unificada en Berlín como un microcosmos, demostró que no lo eran, después de todo "ein Volk", pero en realidad "zwei". No era sólo que los "Ossies" y los "Wessies" ("Oriente" y "Occidente") tenían diferentes puntos de vista sobre problemas comunes, tenían formas diferentes y mutuamente ininteligibles hasta cierto punto de pensar sobre el mundo en conjunto. Cuarentay cinco años de órdenes institucionales radicalmente diferentes habían creado dos culturas que hasta hoy están muy lejos de estar unidos, a pesar de la experiencia de un orden institucional unificado, casi con seguridad, aunque no sin tiempo y el dolor, en última instancia reunirlos.
Los Estados Unidos, sin duda, tiene un orden institucional excepcionalmente poderoso. El Estado en América, apesar de que es de múltiples niveles y, hasta cierto punto, descentralizado, tiene un enorme impacto en nuestras vidas. Por ejemplo, el cambio en la ley de matrimonio en los años sesenta y principios de los setenta hacia el "divorcio sin culpa" fue una respuesta a un estímulo, sino también para el surgimiento de la "cultura del divorcio" en Estados Unidos como un serio competidor a la "cultura del...