Enigma en las alturas

Enigma en las alturas
El teléfono sonó cerca del mediodía. La borrachera del día anterior lo había dejado sin ánimos de nada. Pero aún así, se levantó. El sabía que era prioridad su trabajo -o mejor dicho- sabía que su trabajo sería lo único que tendría para hacer aquel triste sábado de Marzo.
-Diga- Dijo una voz ronca al teléfono
-¿Otra noche de copas señor Lima?.. Bueno ya no importa,ahora necesitamos su ayuda. Los policías no saben qué hacer con el cuerpo y están contaminando la zona del crimen, para variar.
-¿No saben qué hacer?
-Pues claro, los perros carroñeros de la zona habían empezado a morder el cuerpo y los idiotas esos no tuvieron mejor idea que dispararles a 3 de ellos. El resto se fue asustado por los disparos.
-¿De qué caso estamos hablando Medina?
- Asesinato enel aire. Pasaré a buscarlo en quince minutos y le contaré los detalles en el camino.
El señor Lima se alistó de inmediato. Lo último que quería era que los policías comenzaran a sospechar que no andaba bien de ánimos y no le dejaran el caso en sus manos.
En ese momento todos aquellos rastros que podría haber dejado el alcohol de la noche anterior desaparecieron. Parecía increíble ver como lanoticia de un nuevo caso a resolver lo sumergía de un abismo de intriga y misterio. Esto podía lo ponerlo de buenas en un par de minutos, tal como a un niño con un juguete nuevo.
Llegué como había dicho 15 minutos después del llamado. El señor Lima ya estaba esperando en el lobby de su edificio, ansioso por comenzar a hipotetizar acerca de lo sucedido.
-Buenos días mi querido Marin ¿Quién te hainformado del caso?
-Fue el Comisario Cassatta de la primera, me dijo que intentó antes llamar a su celular pero que solo consiguió dejarle un par de mensajes en el contestador. Apenas oí eso supuse que no había tenido una buena noche. O sí, usted lo sabrá… Pero no viene al caso, la situación parece más simple de lo que realmente es.
- No quiero ser grosero, pero te conozco como la palma de mimano y estoy perdiendo la paciencia. Puedes, de una vez por todas, empezar a contarme de que se trata.
-¡Como no! A eso iba. Parece ser que una joven de 28 años, se dirigió esta mañana con su grupo de paracaidismo al Aeroclub de Allen. Al parecer era un salto de rutina, estarían practicando para el aero show del próximo 23 de Abril. Su paracaídas no se abrió, al parecer eso dijeron los policías.-Y dime… Deben sospechar de alguien o deben haber visto algo raro, de lo contrario ¿Para que necesitarían nuestra presencia?
-Siempre adelantándote a todo. Así es. Los policías identificaron a la mujer, parece ser que es la esposa de un joyero del alto valle. En los últimos años, la situación financiera del señor Soria habría empeorado y con la muerte de su esposa, éste cobraría un seguro de vidaque lo salvaría de la quiebra.
-Oh ahora entiendo.
-¿Y que opinas al respecto?
-Los datos no son demasiado precisos, todavía no hay pruebas que inculpen al joyero. Preferiría aguardar hasta ver si la escena confirma mis sospechas.
El lugar ya estaba colmado de policías, aunque parecían simples adornos navideños. No hacían más que platicar entre ellos y aguardar nuestra llegada desde elinterior de sus móviles recientemente adquiridos.
No pudimos llegar en vehículo hasta el lugar del hecho. Asique bajamos rápidamente y nos dirigimos hacia la zona marcada con la cinta de peligro. Si peligro. Aunque lo único que temíamos en ese momento, era que las posibles pistas hubieran sido alterados -cosa que dificultaría, y mucho, la resolución del caso-.
Desde lo lejos ya podíamos distinguira una mujer que se encontraba inspeccionando el cuerpo. Nos acercamos casi a los tropezones entre los yuyos de esa chacra. Se trataba de la forense Ines Contreras, una transandina de avanzada edad, aunque sumamente inteligente debo aceptar. Nos informó que el fatal golpe contra el piso le habría causado la muerte al instante –ni una montaña de arbustos hubieran frenado tal golpe-. Ahora se...