Enrique de Gandia


En estos momentos, historiadores improvisados, de una ignorancia y una petulancia insuperables, hablan de nuevos criterios para enfocar el estudio de nuestro pasado. Juzgan necesario que nosliberemos de la historia que conocemos y, para ello, proponen, por ejemplo, rehabilitar la figura de Rosas. En consonancia con la perspectiva que representan, postulan que también debe revisarse laenseñanza de la historia argentina. Contra lo que se sostiene desde esa perspectiva, creo que en la Argentina, nuestra patria, la historia se enseña bien. En este bien, que no es un muy bien, hay puntosdiscutibles. Cada historiador, cada profesor, tiene sus teorías, sus creencias. La historia es una continua revisión. Todos los días puede aparecer un documento nuevo, desconocido, o mal estudiado, quecambie conceptos o haga conocer hechos nuevos; pero la historia tradicional, tanto de nuestra patria como del mundo, esta bien enseñada. Los manuales existentes, las obras superiores, no son improvisados.Representan la sabiduría, los esfuerzoa de muchas generaciones de estudiosos. Saben lo que dicen y lo dicen con fundamentos y justicia.
Los pseudohistoriadores a los que hago referencia no saben loque dicen. En nuestra historia solo podemos librarnos de algunos errores que, por pereza mental, se repiten en algunos manuales. Ej; el cuento de que la primera buenos aires fue destruida por losindios; la infamia de que la colonización española fue destructora; la creencia de que en mayo de 1810 hubo una revolución en contra de España, hecha por razones económicas y odios de razas, mientras que,en cambio, fue un acto de entusiasta de adhesión a Fernando VII para no caer bajo el dominio de Napoleon, de su hermano Jose, o de Gran Bretaña, o de Portugal. Hay, como en todas las historias muchospuntos en estudio y en discusión, pero hay un conocimiento amplio de nuestro pasado y una información profunda, que trata de estar al dia en lo que respecta a los últimos descubrimientos.
Conozco...