enrique doc
La hemorragia financiera que está secando a las bolsas mundiales pese a las contundentes inyecciones de liquidez tiene ya una víctima crucial: el “Consenso deWashington”. Las disputas de los últimos días entre Dani Rodrik y John Williamson (recopilador del sistema y a quien llama su “hijo ilegítimo”) dan cuenta del resquebrajamiento de este decálogo que sibien comenzó como un “adoctrinamiento” para las políticas latinoamericanas, terminó invadiendo ideológicamente a todo el planeta.
Creado inicialmente como un documento de trabajo en noviembre de 1989por Williamson y titulado What Washington Means by Policy Reform (Lo que Washington quiere decir por una política de reformas), consistía en una lista de diez medidas de política económica que, segúnsu autor, erán “más o menos aceptadas por todo el mundo en Washington” desde 1980, de ahí su título de Consenso de Washington.
Para comprender brevemente la esencia de este recetario que terminósiendo el eje de los alineamientos económicos de los años 80 y 90 potenciando el laissez-faire del libre mercado y las desregulaciones, hay que reseñar algunos de sus puntos centrales. En primer lugar ladisciplina fiscal: no más déficit fiscales, en un llamado a los países a tener presupuestos balanceados dado que los trastornos macroeconómicos son la consecuencia de los procesos inflacionarios.
Lasegunda medida de alerta era el control de la inflación como un parámetro central de la economía. De aquí viene el manejo de la política monetaria via tasa de interés encareciendo y limitando laoferta monetaria en los momentos de auge para evitar el “sobrecalentamiento”.
Un tercer punto fue el tipo de cambio. Los países tenían que tener un tipo de cambio competitivo para promover el crecimientode las exportaciones (en dólares, por cierto). Esta promoción al comercio internacional debía eliminar las protecciones arancelarias de tal forma de no hallar trabas al libre acceso a los productos....
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