Enrique estuardo

Enrique Estuardo
Quererse a uno mismo, es el primer paso para cambiar al mundo

Novela inédita: por Max Abarca R.
Ginebra, Junio 12 del 2008
Agradecimientos:

El libro empezó una tarde que tomé un taxi y me pregunté: ¿qué se sentiría ser conducido por un conductor travesti?. De por si ya es inusual encontrar una taxista mujer, ¿cuál sería el impacto de que sea trans?

A partir de esoempecé a elucubrar: ¿por qué una trans tendría que ponerse tras el volante? Y de entre todas las opciones, se me ocurrió la que está narrada en las líneas subsecuentes.

Quisiera agradecer a todas las compañeras trans, amigas de corazón, quienes me han permitido conocer un poco de cada una de sus historias y que aquí las presento como una fanesca.

A mi familia, por haberme educado siempre con lavisión de integralidad y open mind para aprender cada día de todas las personas que me rodean

A mis amigas: Fernanda, la China, Leidis Di, Dara Croft, Pierina, Lassie, Kimberly, Taty, Anita, Rashel, Anibal. La Uve, Lobonocturno, K-chorra y otras más que no recuerdo sus nombres pero las veo en imágenes mentales cuando tengo ganas de pasarla bien.

A mis amigos: Nicolás, Segundo, Julián,Julio, Galo, Sergio, Juan Carlos, Guillermo, JaviEr, Luc, Alain, Starry, Andy, Rufo, Joseph y otros que he olvidado, pero que siempre recuerdo con mucho cariño y admiración.

A mi novio, Herminio, por su apoyo y por aguatar mi legua larga y las pocas horas de sueño que le dejo.

A los lectores, por tener tiempo para leerme y reírse conmigo

A Dios, porque el hace que todo se mueva en este mundoEl autor
Capitulo primero

Don Jorge, - como era conocido por todo el mundo - tenía muchos amigos. Parecía que toda la ciudad había ido a su sepelio. Estaban los actuales miembros de las directivas de las cooperativas de taxis, los socios y sus familiares. Parecía que el camposanto se hubiera enfermado de hepatitis aguda por la presencia de las unidades de taxis en el parqueadero y en losalrededores. A pesar de que el tránsito se había dificultado por el congestionamiento provocado por la presencia de los autos amarillos, seguían llegando los taxis y los mensajes de condolencias se hacían eco por la radio de las unidades.

Él fue uno de los más conocidos y queridos taxistas; había sido presidente del gremio e impulsó la introducción de reformas a la ley de tránsito para mejorar lacalidad de trabajo de los compañeros del volante.

Junto a la fosa del cementerio, estaban sus familiares cercanos, rindiendo su último adiós, entre llantos y “noteolvidaré”

Al centro y junto al Padre Carlos, estaba su viuda acompañada de Carlita y Jorgito Jr. sus hijos más queridos. Más allá se encontraba su hermana Bertha con sus hijos y al otro lado su cuñado Marcos con el resto de suprole, todos de luto riguroso como manda la tradición en la sierra del Ecuador.

A continuación de los familiares se habían ubicado los demás personajes en orden de importancia y cercanía al difunto. Así el actual presidente de la cooperativa 5 de Julio estaba a sólo un paso de la viuda, y el secretario de la asociación de cooperativas de transporte estaba a un palmo de rozar con sus manos lascaderas de la tía Bertha.

Lejos de ahí, contemplando la escena y ligeramente tapada por una gran lápida perteneciente a alguna familia pudiente, se encontraba una mujer de buena figura y facciones un poco toscas. Parecía un espectro que trataba de pasar desapercibido ante el resto de congregados. Durante toda la ceremonia mantuvo la distancia. Apenas si retiró sus gafas obscuras un par de vecespara enjugar sus lágrimas.

No perdía detalle del sepelio y siguió desde lejos la ceremonia religiosa, persignándose varias veces sin dejar de llorar por el dolor interno que sentía y que no podía ser capaz de expresar a sus deudos más cercanos.

Una vez que terminó la ceremonia y empezaron a bajar el féretro, empezó el show de verdad, cuando la viuda intentó lanzarse para ser enterrada con...