Enrique IX Castilla
Como sabemos, la dudosa descendencia de Don Enrique dio lugar a una guerra civil por el trono. Quienes rechazaban que la sucesora fuera su hija Juana motejaron a ésta como laBeltraneja para así dar a entender que el verdadero padre de la criatura era un noble cortesano, don Beltrán de la Cueva. Esta duda sobre la legitimidad de la pobre niña dio origen y tal vez excusa alconflicto y trajo al fin al trono a la hermana de don Enrique, luego conocida como Isabel la Católica.
Don Gregorio Marañón trata de aportar verdad biológica donde sólo había rumores, textospartidistas y mucha mala baba. Intenta responder, en primer lugar, a la cuestión de la supuesta impotencia del Rey y, por tanto, a la de la dudosa legitimidad de su descendencia. Marañón tuvo ocasión deformar parte de una comisión que exhumó los restos del monarca y pudo analizar, a la luz de los avances médicos del momento (primer tercio del siglo XX), la morfología de su esqueleto. En el textoincluye una detallada descripción de la tumba y de los restos mortales, y a partir ahí aventura algunos diagnósticos: el Rey era un sujeto displásico y deforme, un "eunucoide con rasgos acromegálicos". Todoesto determinaba diversas anomalías de su conducta, aunque no necesariamente le hacía incapaz para la procreación.
El doctor concluye que no se puede descartar que Juana fuera hija del Rey,...
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