Ensayo 1 Juan

TRABAJO DE TEOLOGIA SISTEMATICA TEMA Ensayo 1 Juan. PROFESOR Pr. Gabriel Gmez ALUMNO Enoc Lpez Lezama 1 juan Introduccin Las tres cartas, tradicionalmente atribuidas a san Juan, presentan una temtica comn, en especial la primera y la segunda. La tercera es un escrito ocasional muy breve, de apenas quince versculos, redactada por el Anciano o Presbtero, alabando la hospitalidad de la comunidadotorgada a los hermanos itinerantes. La segunda consta de trece versculos, aunque posee mayor densidad teolgica. Contiene los siguientes elementos un breve saludo, hecho por el Presbtero a la seora Elegida apelativo potico para designar a la comunidad (1-3) el precepto de la caridad o el vivir segn la verdad (4-6) la irrupcin de los anticristos y el criterio de la verdad (7-10) y un saludo final(12s). Resulta llamativa la semejanza con la primera carta respecto a su vocabulario y frmulas teolgicas. Puede ser considerada como su breve resumen. Sobresalen estos paralelismos Idntico conflicto en la comunidad 1 Jn 4,1-3 2 Jn 7 y la prctica del amor como la concrecin viva del evangelio 1 Jn 4,10-12 2 Jn 6. Los problemas ms difciles y de mayor inters son los que se plantean acerca de laprimera carta. No es un escrito voluminoso poco ms de la sptima parte del evangelio de Juan y poco menos de la cuarta parte del Apocalipsis. Su lectura pblica durara unos veinte minutos. Forma literaria. Es difcil catalogarla con rigor, aunque la primera impresin que se desprende de su lectura es la caracterstica de una carta o una homila, pero no es ni carta ni homila. Aunque habitualmente se ladesigna como carta, no es al estilo de las tpicas cartas paulinas, con destinatario, con el nombre del autor, con saludos personales. El ms oscuro anonimato la envuelve. Es un poco de todo (carta, homila, tratado sistemtico) posee gnero literario peculiar y nico. Puede ser considerada como circular a distintas comunidades, al mismo tiempo que un escrito kerigmtico (proclamacin) y parentico (exhortacin).Al ser englobada dentro de las Cartas catlicas (vase la introduccin a la Carta de Santiago), parece que se ha visto en ella una especie de carta magna o encclica, vlida para toda la Iglesia. Pero esta carta con pretensiones universales, posee un hbitat preciso, pues refiere acontecimientos concretos surgidos en el seno de la comunidad a la que el autor se dirige (2,18s). No obstante, estasadvertencias localizadas pueden ser fcilmente aplicadas a otras comunidades de ah que el autor no mencione ni el lugar determinado ni las personas en cuestin, para que su escrito no tuviese un valor coyuntural ni restringido, sino de alcance universal, abierto al horizonte de toda la Iglesia. Autor. La autora de esta carta (y tambin de la segunda y tercera) est en relacin estrecha con la problemticadel autor del cuarto evangelio, pues existe una gran afinidad temtica y de estilo. Las tres cartas se deben a la misma mano en este punto todos los autores estn de acuerdo, aunque esa mano resulte misteriosa. El ttulo de Anciano con que se designa a s mismo, no alude a un simple maestro (un escriba o un telogo), encargado de aclarar algn punto doctrinal, entonces debatido. Posee ya un sentido tcnicodentro del Nuevo Testamento y del mbito eclesistico. El Anciano se muestra en las cartas como responsable de la comunidad, a la que conoce bien y quiere ayudar pastoralmente con sus imperativos y exhortaciones es el garante de la tradicin evanglica. No dice su nombre, pero sus lectores saban quin era. Este empleo tan singular parece confirmar la opinin de que se alude a un hombre de Iglesiaespecialmente venerado y destacado en aquel mbito. Situacin vital. A qu Iglesia va destinada esta carta A las Iglesias cristianas de la provincia de Asia Menor (la escuela de Juan o las siete Iglesias del Apocalipsis). La generacin de cristianos es de segunda o tercera hora, no tienen ya contacto inmediato con los acontecimientos pascuales y apostlicos. Se da un alejamiento cronolgico y espacial....