Ensayo Abad Faciolince
Párrafo 1
"En la literatura uno asume una identidad ajena (de hombre ode mujer, de viejo o de niño, de idiota o de erudito) y trata de llevarla hasta sus últimas consecuencias. Pero los que lo hacemos en la literatura, lo hemos ensayado también en la vida real. Hace unos años el escritor Efraím Medina suplantó las identidades de otros jóvenes escritores colombianos y empezó a mandar, a nombre de ellos, ataques contra mí a varios medios colombianos. Yo estaba bastanteasombrado por estos ataques emprendidos por personas que consideraba, incluso, buenos amigos. Al fin se reveló la patraña, Medina reconoció la suplantación, y todo, aparentemente, no fue más que un chiste. Al cabo del tiempo, y mirándolo con cabeza fría, yo creo que uno tiene derecho a hacerse pasar por otro que no existe, pero hacerse pasar por otro que vive, y escribir a nombre de él, es undelito".
Análisis: Efraím Medina trolleó a Héctor Abad Faciolince en el pasado y el autor de la columna lo descubrió y desde ese día deseó vengarse.
Párrafo 2
"Ya con su propio nombre, Medina, que es un boxeador al que le gusta, o le gustaba, llamar la atención peleando, siguió dando declaraciones y publicando en todas partes opiniones muy respetables, como que yo era un pésimo escribidor dela montaña, si no el peor. Y otras opiniones un poco menos respetables, como que yo era una mediocre escritora colombiana. En esto se escondía el machismo típico del boxeador: creer que acusar a un hombre de ser mujer es un insulto, porque para él, obviamente, la condición femenina es inferior, débil e incluso levemente estúpida. La cosa, a estas alturas, me importa un pito, pero en su momento medio rabiecita".
Análisis: Evidentemente a Héctor Abad no le simpatiza "el boxeador" porque es cruel cuando se refiere a la naturaleza femenina de su escritura. He de confesar que aunque no soy tan radical como Efraím Medina comparto con él el 60% de su apreciación, si es cierto que se sinceraba tanto cuando escribía sobre el autor de El olvido que seremos, la novela que llevó a la fama de"huérfano ilustre" al columnista.
Párrafo 3
"Tanta rabiecita que decidí demostrarle a Medina, sin decírselo, que yo era menos mal escritor de lo que le parecía. Resolví seducirlo con palabras, asumiendo la falsa identidad de una mujer. Y empecé a escribirle correos muy melosos, a nombre de una hipotética joven escritora que vivía en Canadá. Nuestra correspondencia fue subiendo de tono, y cuandoMedina me declaró que estaba perdidamente enamorado de mí, le di la mala noticia de que estaba embarazada de otro, y dejé de escribirle. Durante meses me envió dolidos reclamos por mi ingratitud y olvido. Hoy te lo confieso, querido Medina: ¡Madame Mexía soy yo! Te agradezco tu amor".
Análisis: El autor de El olvido que seremos trolleó a Efraím Medina y supone que éste sufre y llora la perdidade su amor virtual. La pregunta es si no llegó a enamorarse también Héctor Abad Faciolince de "el boxeador", más si tenemos en cuenta que es un hombre bastante bien dotado.
Párrafo 4
"La red ofrece infinidad de ocasiones de ser el hombre invisible, de hacerse pasar por otro, de fisgonear páginas ajenas con una identidad prestada. Durante meses tuve una cuenta ficticia de Twitter, con un...
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