Ensayo adulteracion

“Como fuerza de monte
En un rincón oscuro
La infancia nos acecha”[1]
(Raúl Gómez Jattin)

Herramienta para no caer en la adult-eración[2]

Cuando era niña mis tías abuelas, me obsequiaron un libro bellamente ilustrado, que me marcó profundamente: “El Principito”, del inmortal Antonie Saint-Exupéry, recuerdo que el incomprendido personaje, relataba sus amargas experiencias de incomunicacióncon los adultos. “Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas, ya fueran abiertas o cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. De esta manera a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor”. Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles unay otra vez explicaciones”[3].

Situaciones como las sufridas por Saint-Exupéry nos son familiares y las hemos vivido y son vividas a diario. Desaprovechamos esta etapa de la vida, en que una curiosidad sin límites sólo pide ser atendida. Lapidamos tempranamente talentos que siempre estuvieron ahí y que nunca nos tomamos el trabajo de ayudar a sacar a flote.

Nos olvidamos que alguna vezfuimos niños y que sólo pedíamos ser escuchados, no es extraño pues que cometamos los mismos desaciertos de que fuimos victimas alguna vez.

Vemos pues que, como educadores desamarramos nuestro pasado evitando las innumerables posibilidades que brinda esta maravillosa época de esplendor creativo y de descubrimiento, donde todo se convierte en una aventura, donde la necesidad y el deseo deinvestigar, descubrir, experimentar es algo natural para la infancia. Pero, ¿qué sucede en el camino hacia la adultez?

“En realidad, las presiones psicológicas que inhiben la creatividad de un niño, tienen lugar muy temprano en la vida, los padres pueden suprimir o encauzar la creatividad de sus hijos desde el ambiente familiar y en la acertada elección de los colegios a donde asistirán éstos.Algunos de los niños en el kínder, y aún en los primeros años de la primaria, aman asistir a la escuela; les emociona la idea de explorar, descubrir y aprender, pero por lo general, cuando llegan al tercer grado posiblemente ya no les agrade tanto ir al colegio y enfrentarse solos ante tantas demandas escolares, no tiene la misma sensación de placer[4]”.

Las curiosidades naturales de nuestros niñosy niñas, la relativa complejidad de algunas de sus preguntas, no pueden ser cercenadas con respuestas univosistas y reduccionistas que corten de tajo posibilidades de diálogo y de nuevos saberes. Debemos apostar por una pedagogía que brinde la posibilidad de expresar puntos de vistas de apariencia nimia, pero de una importancia transcendental para aquel que las atesora y así se podrían empezara subsanar estas casi infranqueables barreras de la comunicación.

Además, hoy más que nunca, se exige innovar para ser más competitivos, pero cómo podemos exigir creatividad a nuestros estudiantes, si nosotros mismo a veces carecemos de ella, debido a la deformación que hemos recibido. Pero para hablar de creatividad, es conveniente saber que los procesos creativos no son talentos o accionesaisladas en las personas, sino que impregnan toda la personalidad del individuo, de forma que la creatividad es propiciada por un clima que promueve el pensamiento autónomo en ambientes colaborativos, NO competitivos. Justamente lo contrario de lo que hemos vivido en nuestras aulas.

Aquí entra en juego la tendencia pedagógica con la que me identifico, donde el educando es el elemento activodel aprendizaje, quien desarrolla su personalidad a partir de las posibilidades personales y la interacción con los demás, donde el educador es el coordinador de la actividad educativa, guía y orientador activo del proceso y los contenidos son fruto de un consenso o construcción colectiva. El aprendizaje desde el humanismo, es el proceso que modifica la percepción que el individuo tiene de la...