ensayo capitulo dos Libro La ciencia y sus demonios







Introducción

Cuando el ser humano establece relaciones permanentemente dialogales con el universo que le rodea, lo observa causalmente, lo comprende objetiva y racionalmente, loexplica lógica y coherentemente, predice su comportamiento y saca conclusiones, establece leyes que lo rigen, no como verdades absolutas y perfectas, sino perfectibles, se puede decir que se está ante uncientífico, parece decirnos el autor en su libro.
En este segundo capitulo, tan rico como el primero, Karl Sagan, nos lleva a reflexionar sobre como todavía en nuestro siglo al que hemos abordado,aún se hace ciencia a la luz del mechero en la mayoría de los países, sobre todo en los tercermundistas.
A lo largo de todo el capitulo nos habla de la ciencia que más allá de un cuerpo deconocimientos y su método, es una “manera de pensar”; que sus verdades nos son absolutas, la única constante es el cambio, su lenguaje es lógico, coherente y debe ser sencillo no obstante las complejidadesde las verdades que va descubriendo.
Contrapone la ciencia con la seudociencia y la religión “organizada”. Nos la hace pensar como esperanza para los países menos desarrollados de salir de lapobreza y el atraso, si nos entregamos a su ejercicio, por decirlo de alguna manera.
Equipara, así también, la ciencia con la democracia en sus valores y en las capacidades que otorga, en los debates quegenera y el fortalecimiento que logra después de ellos. Aquí es necesario aclarar que la democracia en los países desarrollados es más perfecta que en los subdesarrollados. Casi elevada a lacategoría de religión. Con lo anterior se pretende hacer entender la magnitud del significado de la democracia allí, pues en nuestros países la religión es un concepto absoluto que está inclusive hasta porencima de una concepción del mismo Dios, parece paradójico pero es larga mi explicación. No sucede igual con el concepto de democracia en el tercermundismo.











Parodiando a...