Ensayo cazando zombras

Cazando sombras: el referente eclipsado

“Y trato de imaginar cómo se vería la luz de una vela cuando está apagada.”
Lewis Carroll

La proyección oscura de un cuerpo en dirección contraria a una luz suele llamársele sombra; esta depende necesariamente de iluminación para existir, es el lado imposible de dilucidar, que varía y es el efecto necesario de iluminar otro. Este ensayo consiste enexaminar la manera en que el texto El elogio de la sombra de Junichiro Tanizaki la exalta, la caracteriza y determina como función estética. A su vez señalar la similitud con una tradición estética “occidentales” que por su occidentalidad aparentarían contrariarla.

El autor habla de “tinieblas sensibles a la vista” (Tanizaki 79), una sombra específica que tiene la característica deafectar (sensibilizar) al que la observa; lo que desencadena una relación determinada entre un observador y la sombra. La sensación despertada por las tinieblas es la de una “ilusión de una bruma palpitante” (79): una niebla, una ficción, una nube, una ilusión, un vapor, lo no tangible y simultáneamente adjetivado con un símil de vida: palpitante, ejercicio característico del órgano vital, metonimiadel corazón; haciendo de esta bruma palpitante el oxímoron de la sombra, la antinomia de lo impalpablemente animado.

Esta viva contradicción provoca “fácilmente alucinaciones” (79), es el espacio propicio en el que “nuestra propia imaginación se mueve entre tinieblas negras como laca” (71). Este lugar umbrío, este mundo de ensueños, es la ocasión adecuada para que el receptor, el espectadorperciba y se consuma en un placer estético. Pero antes de ahondar en esto es importante ver un elemento fundamental de la disposición de este lugar, la luz. Tanizaki propone la sustitución de la luminiscencia eléctrica o solar por la de una “lámpara de aceite o de una vela” (35) pues el fuego, la llama, hace posible el latido de la noche; es el parpadeo de la lumbre el que vivifica la sombra, lapone en movimiento y desata “una luz indirecta y difusa” (45). Efecto que sometido al contraste de la luz eléctrica, convierte esta experiencia en “una realidad trivial de espacio vacío y desnudo” (50).

A mi modo de ver es la disposición de un lugar, objetos y sujetos determinados, en un contexto específico lo que se presta para armar un puente cultural entre la abrupta, cortante, torpe,terminante y pragmática distinción de occidental y oriental. Creo que se puede emparentar con cierta valoración estética que tratare de desarrollar brevemente sobre el teatro. El uso de un referente, algo que no es pero juega[1] a ser[2]. Esto lo podemos ejemplificar por medio un pequeño fragmento de Sueño de una noche de verano de Shakespeare[3] y su obra meta teatral, La muy dolorosa comedia ycruelísima muerte de Píramo y Tisbe. Miremos un fragmento de la última: “Prólogo: (…) Este hombre, lleno de cal y toscamente caracterizado representa el Muro, ese vil muro que separaba a los amantes.” (Shakespeare 109) Para representar un muro no es necesario sino un hombre que se interponga entre los dos “amantes”, un significante (la palabra muro) y un referente (el imaginario del público que estapalabra emana) que suple y conforma un signo[4] común y representativo encarnado en el actor.

Los juicios de ciertos personajes de Sueño sobre la obra que presencian, reflexionan acerca de problemáticas interesantes del referente:
“Teseo: Las mejores obras de este género no son sino fantasías; las peores no son lo peor si la imaginación las enmienda.
Hipólita: Entonces a tu imaginación sedebe, y no a la de ellos.
Teseo: Si imaginamos de ellos lo que ellos de sí propios imaginan, pasaran por personas excelentes. Aquí llegan dos nobles bestias: un hombre y un león.”(113)

Por medio de estas sentencias puedo empezar a relacionar el elogio a la sombra con las convenciones teatrales, el pacto ficcional en el que puede verse una percepción paralela de lo occidental y lo oriental,...