Ensayo de mi para nadie

Capítulo 1

Y he decidido llegar hasta aquí.
Es otro día sin su compañía, otro día sin saber nada de ella,
la he buscado pero, no es como todos lo pensarían. La he
buscado en alcohol, la he buscado entre cigarros (hasta los
desbarato por si de pronto le da por aparecer. Siempre ha
sabido sorprenderme por eso busco en las cosas menos
frecuentes, por que como es, sé que estará ahí; siemprecon
su loca obsesión de no querer estar con alguien, aunque le
hace falta y hasta sé que se hace falta porque se ausenta de sí
misma.) Pero no la hallo.
La he visto un par de veces observándome detrás del
público, es ahí cuando pierdo un poco el control y pongo a la
gente a corear cualquier tema sin quitarle la vista, es una
ilusión. Es algo que como ella misma lo diría “algo que está
y ala vez no” es la descripción exacta de una intermitencia.
Una intermitencia que supo ejercer su quietud en lo más
profundo de mí.

Exactamente había pasado ya 1 mes con 8 días después de
mis “grandiosos” y aburridos cumpleaños. Ya 17 años y
pensaba en eso que llaman “la madurez” como tenía que
actuar ahora que casi era mayor de edad. Afortunadamente
yo siempre fui un chico independiente ytotalmente
despegado de todo, EXCEPTO la música. Recuerdo mi
primera crisis de depresión. Fue la única que estuvo ahí, que
supo comprenderme, aceptarme y hasta aconsejarme.
Hasta este momento ella era la única que sabía que yo había
padecido algo así.
Okey voy al punto.
Salí y tomé cualquier transmilenio, solo quería ir a otro
lugar, quería despejar mi mente, bajarme en cualquier sitio acaminar, conocer gente distinta, no sé… realmente no sé qué
estaba buscando sinceramente. Solo quería salir de ese
mundo de monotonía a el que se estaba acostumbrando mi
ser. La verdad que ese día sí que quería hacer cosas
diferentes. No solía ni siquiera comprar alimentos en la calle.
Me quedé en una esquina y compré un perro caliente de esos
caseros que uno consigue por ahí.
Pero es queese día no compré perro caliente en cualquier
lugar, sencillamente tuve el honor de llegar a donde la señora
“Rosita” como decía un letrero sobre una sombrilla de
colores desgastados.

Me dirigí hacia ella y no me dejó si quiera llegar cuando ya
comenzaba a decirme de la forma más especial su repertorio.
Seguramente a todos les decía lo mismo, pero yo veía en su
sonrisa algo especial,transmitía algo único para mí. (De una
vez les digo que no me enamoro de ella, tenía unos 60
aproximadamente, respeten)
— ¡Buenas tardes joven! ¿Qué se le ofrece? Bienvenido,
tenemos empanada de carne, de pollo, o de carne y pollo,
como usted guste. Hamburguesa sencilla y especial, igual
perro caliente con huevito de codorniz, como lo prefiera,
estoy para atenderlo. —Me sonrió mientras memostraba su
cobre dorado en su primer diente—
— Buenas tardes, ¿cómo le va? —le dije— ¿Cuánto vale la
hamburguesa especial?
— 2.500 $ con gaseosa —me respondió—
— Ahh… me vende una pizza, por favor.
— Jajaja no joven, tenemos empanada de carne y poll… —
me repitió lo mismo que cuando llegué.
Me avergoncé porque eso dio seña a que me dediqué
solamente a ver su sonrisa con su cobre en uno desus dientes
y a analizar su atención hacia conmigo que el menú que me
ofrecía.
— Ahh jajaja, que pena con usted, por favor una
hamburguesa especial. —le dije—

— Claro —me respondió con su acostumbrada y amable
sonrisa. Cuando la interrumpió una chica no mayor a unos
15 años.
— Prepáreme ahí cualquier maricadita cucha ¡Pero pa’ ya!
Que la Yurlexy me está esperando. Y es más, si no esmucha
molestia, mándele un bocadito a la parcera —le dio dos
golpecitos de “cariño” en la espalda—
Yo miraba la escena en el espejo de un carro que estaba
parqueado al frente del carrito de comidas de Rosita. No sé,
pero me ofendió tanto esa manera, por un momento pensé
que era cualquier cliente frecuente, pero tampoco era el caso.
Rosita pasó su mano por delante de mi cara.
— ¿Joven? —me...