Ensayo de unipolaridad y multipolaridad
El resultado de la Cumbre de Copenhague es un fracaso para sus organizadores y una mala noticia para la humanidad. El documento Acuerdo de Copenhague, conocido comos los “papeles de Obama”, es la plasmación de una criminal no-decisión sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los efectos negativos de la Cumbre afectan al conjunto de lasociedad, pero su impacto inmediato es diferente para pobres y ricos. El razonamiento sobre la cuestión climática en términos de la “alta” geopolítica –que identifica gobernantes, países y pueblos- solo sirve para encubrir los motivos del desastre actual y las raíces materiales y sociales de este modelo económico insostenible, lo que, por tanto, impide identificar adecuadamente responsables yvíctimas.
Gobernantes irresponsables
La reunión de Copenhague se puede narrar con dos palabras: fracaso y estafa. Para los jefes de los gobiernos allí reunidos el resultado de la Cumbre es un rotundo fracaso político y diplomático. No han guardado ni las formas. No son capaces de acordar soluciones conjuntas ante el calentamiento. No logran ocultar que la crisis económica exacerbó la competenciacapitalista y el nacionalismo gubernamental. No tienen reparo en mostrar que todos ellos se pliegan a los dictados de los gobernantes de EE UU y China. Esta es la nueva realpolitik del siglo XXI.
El Acuerdo de Copenhague es un triste papel declarativo y una tabla en blanco en la que cada gobierno deberá rellenar, antes del próximo 1 de febrero, el hueco con sus propósitos. La parte declarativa esinconsistente e incoherente hasta constituir una tomadura de pelo. Los gobernantes que suscriben el “papel de Obama”, como se le ha denominado con razón, afirman lo obvio: “el cambio climático constituye uno de los mayores desafíos de nuestra época” y que es necesario que el aumento de la temperatura media planetaria se sitúe “por debajo de 2ºC” para lo que es necesario realizar “reducciones drásticasde las emisiones conforme al cuarto informe del IPCC”.
Los gobernantes no han establecido objetivos de reducción de emisiones concretos, cuantificados, mensurables y evaluables, ni se han planteado plazos temporales para conseguirlos, ni han acordado un año base de referencia para comparar la evolución. Todo ello impide la evaluación de las políticas. Lógico, porque lo que no ha habido espropuesta política alguna. Los “lideres mundiales” no adoptaron una sola medida acorde con las previsiones, escenarios y conclusiones de los climatólogos quienes aconsejaban al menos el 40% de reducción en 2020 y el 95% de reducción en 2050 en los países desarrollados –responsables principales del calentamiento con una contribución que supera el 70%- para lograr una reducción del 80% de las emisionesmundiales antes de cuarenta años. La reducción propuesta por los expertos no es arbitraria ni banal, con ella pretenden que no se supere la concentración de 450 partes por millón de CO2 en la atmósfera que nos conduciría al fatídico aumento de 2º C en la temperatura media del planeta, lo que generaría procesos climáticos en cadena de diferente signo y con efectos devastadores.
Uno de lospretendidos “logros” de la Cumbre ha sido la promesa, por parte de las potencias industriales consolidadas y de los países emergentes, de financiación a los países empobrecidos con el fin de ayudarlos a adoptar medidas de mitigación y adaptación, posibilitando así un desarrollo no contaminante. Pero esa promesa dineraria no se concreta en compromisos precisos por parte de los países donantes, ni sedeterminan los criterios de selección de los países receptores ni los de asignación de recursos. Tampoco se definen las fuentes de financiación ni el carácter público o privado de las mismas. Las cifras del “compromiso” son: 10.000 millones de dólares anuales durante los 3 próximos años hasta llegar en el 2020 a crear un fondo de 100.000 millones de dólares anuales, o sea, unos 70.000 millones de...
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