ensayo desarrollo del hombre
Jesús Palacios
Desde que a principios de nuestro siglo G. Stanley Hall (1904) publicará dos gruesos volúmenes sobre la adolescencia, ha existido la tendencia a considerar esta época de la vida cómo un periodo de «tormenta y drama», de acuerdo con la contraseña del movimiento romántico de la literatura alemana del SIglo XVIII. Se supone de acuerdo con estepunto de vista, que la adolescencia es una época de turbulencias, de cambios dramáticos, de tensiones y sufrimientos psicológicos abundantes. Hasta cierto punto, esa visión de la adolescencia como época tormentosa encontró refuerzo en varias formulaciones psicoanalíticas que situaban después de la fase de ·Iatencia un período de especial tensión, con la reactivación de conflictos que habían estadodormidos y su estallido en un contexto más complejo y problemático que el de la infancia.
No es éste, sin embargo, el único punto de vista que existe sobre la adolescencia y su carácter más o· menos turbulento. El mayor contraste con las teorías de la tormenta y el drama lo ofrecen las que proceden de la antropología cultural. Hace ya muchos años que la antropóloga? Marrgaret Mead realizóobservaciones en Samoa, en Oceanía (Mead, 1928). Estudio el fenómeno de la adolescencia y sus conclusiones pueden resumirse fácilmente: los chicos y chicas de Samoa que atraviesan los cambios fisiológicos que llevan de la infancia a la madurez, no presentan ningún signo de tensión especial, de turbulencias o de dificultades. Por el contrario, parece que en la Samoa que Mead observó, todo llevaba arealizar una transición fácil y sin problemas: los chicos y chicas habían ido ya siendo introducidos en la vida de los adultos y sus responsabilidades, aunque de manera gradual y adecuada a sus posibilidades; los conflictos se discutían y-resolvían abiertamente; existían formas socialmente establecidas de hacer frente a las tensiones interpersonales, etc. La adolescencia era en aquella Samoa unaagradable época de la vida.
Como ocurre frecuentemente en Psicología, nos encontramos ante dos descripciones del mismo hecho que a .primera vista parecen simplemente incompatibles:· una que habla de tensiones y dramas como elemento caracterizador de la adolescencia, la otra que enfatiza el carácter culturalmente determinado de la forma en que se vive este período de la vida humana. En la estela de lasaportaciones de la antropología cultural, ha habido en los últimos años una cierta tendencia a adoptar la posición opuesta a la convencional, que consistía en considerar la adolescencia cama una época particularmente agitada. Así, se ha llegado a afirmar que la adolescencia es sólo un producto cultural, y que su carácter más o menos suave o agitado es sólo una de las consecuencias de lasexperiencias que cada cultura aporta a sus miembros jóvenes. Se ha llegado a afirmar que la adolescencia no es fundamentalmente una época de tensiones. Pero junto a esta visión de color de rosa de la adolescencia, existen algunos datos que son incuestionables y que tienen que ver con abandonos escolares, suicidios o tentativas de' suicidio, embarazos precoces indeseados, dificultades importantes de ajuste enla familia, etc...
Probablemente haya algo de verdad en las dos versiones extremas, y probablemente la mayor parte de los adolescentes se sitúan en algún punto intermedio entre el rosa y el negro. Puede ocurrir, por ejemplo, que quienes afirman que la adolescencia no es una época de particulares tensiones y quienes hablan de la adolescencia como época particularmente conflictiva, esténsencillamente hablando de dos de adolescentes distintos, los dos reales: unos para los que la adolescencia constituye una transición más de las que se realizan en la vida, otros para los que es una época de especiales dificultades y de ajustes particularmente dolorosos. Distintos adolescentes tienen historias evolutivas previas muy diferentes y experiencias muy distintas en la adolescencia. Incluso las...
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