Teoría y praxis de la filosofía intercultural 1. La interculturalidad o por una universalidad más allá de la historicidad A diferencia de otras épocas en las que la universalidad de la filosofía se solía concebir predominantemente desde conceptos abstractos, esencialistas y dogmáticos que dificultaban, entre otras cosas, la comprensión de la vinculación que de hecho se da siempre entre el pensarde la filosofía y el acontecer de la historia humana así como de las consecuencias de dicha vinculación para el proceso de constitución del mismo pensar filosófico, hoy hacemos filosofía en una época cuyo horizonte intelectual lleva inscrito en la frente el momento de la historicidad como una de las signaturas que mejor identifican el carácter del saber en el mundo contemporáneo, incluidonaturalmente el saber filosófico. Podemos partir entonces de la idea que hoy se hace filosofía en el marco de una constelación del saber a cuya luz el reconocimiento de la historicidad del pensar filosófico es, de hecho, una afirmación legitimada por el mismo sentir común epistémico de la época y que se acepta, por tanto, sin necesidad de grandes explicaciones fundamentadoras de la misma. Este cambio, que– en el caso de la filosofía – refleja que la filosofía no ha transitado sólo los paradigmas de la ontología, de la conciencia y del lenguaje sino que ha asumido además el paradigma de la historia, representa sin duda la apertura de un horizonte nuevo que permite a la filosofía repasar su propia historia y detectar desde una nueva perspectiva las retenciones que la configuran, pero que le permitesobre todo repensar su función en la historia cultural y social de la humanidad. La afirmación de la historicidad de la filosofía es, pues, un avance indiscutible. Y el desarrollo de la filosofía intercultural lo supone como una de sus condiciones fundamentales. Con todo hay que decir de entrada que el buen entendimiento de la teoría y la praxis de la filosofía intercultural requiere tomarconciencia de que la filosofía intercultural, sin
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negar la apertura que significa el reconocimiento de la historicidad del pensar y aceptando, como hemos dicho, esa apertura como una de las condiciones que explican su emergencia, problematiza al mismo tiempo la perspectiva de la historicidad. La explicación detallada de este cuestionamiento intercultural de la categoría de la historicidad nosllevaría indudablemente muy lejos, ya que ello supondría hacer una revisión crítica de la larga tradición que han tejido las diferentes teologías y filosofías de la historia, desde San Agustín a Ignacio Ellacuría pasando por Vico, Herder, Voltaire, Hegel, Marx, Croce, Heidegger, Sartre o Zea.1 Lo cual obviamente requiere una investigación especial. Por eso debemos contentarnos en el marco de estetrabajo con una explicación puntual en la que, sin embargo, se resume el núcleo fundamental que sostiene e inspira la reserva crítica de la filosofía intercultural frente a la categoría de la historicidad. Se trata de que desde el horizonte del diálogo de las culturas, que es el arco iris con cuya ayuda la filosofía intercultural quiere aprender a leer el mundo en sus diferentes colores, la filosofíaintercultural entiende que la afirmación de la historicidad ha significado también un proceso de empobrecimiento de la realidad y, por tanto, del pensamiento igualmente. ¿Por qué?
De la enorme bibliografía que hay sobre el tema remitamos aquí, primero, a los estudios histórico-bibliográficos que dan una visión de conjunto como, por ejemplo: Buhr, Manfred / Dietzsch, Steffen,“Geschichtsphilosophie”, en Sandkühler, Hans Jörg (ed.), Europäische Enzykopädie zu Philosophie und Wissenschaften, tomo 2, Hamburg 1990, págs. 298-307; Ferrater Mora, José, “Historia”, en su Diccionario de Filosofía, tomo 1, Buenos Aires 1971, págs 849-859; Dierse, U. / Scholtz, G., “Geschichtsphilosophie”, en Ritter, J. (ed.), Historisches Wörterbuch der Philosophie, tomo 3, Basel/Stuttgart 1974, págs. 416-439;...
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