Ensayo "En El Corazón De La Zona Gris"

Carlos Daniel Murillo Cascos
1º Grado de Antropología
Antropología Social y Cultural
Centro Asociado: Mérida

ENSAYO DEL LIBRO “EN EL CORAZÓN DE LA ZONA GRIS. UNA LECTURA
ETNOGRÁFICA DE LOS CAMPOS DE AUSCHWITZ”. PAZ MORENO FELIÚ.
EDICIONES TROTTA 2010.
Título: LA BANALIDAD DEL MAL EN LA ZONA GRIS.
Introducción:
Desde una perspectiva antropológica nos llama la atención el proceso por elcual “el Mal” se convierte en algo cotidiano en Auschwitz, dado que una vez
que se deshumaniza al ser humano, la percepción del mal cambia, se acepta
como parte de una regla del juego y de una manera u otra, todos lo asumen
como algo inevitable, normalizándolo. Algunos seres humanos participan en el
proceso de arrebatar la vida a un prójimo por el mero hecho de pertenecer al
sistema,aceptando las reglas del juego propias de esa maquinaria del horror
que fue el holocausto en los campos de exterminio nazis.
En este ensayo, mi intención fue profundizar en los testimonios que tratan
sobre la banalidad del mal, centrándonos en los prisioneros, con especial
atención a la crueldad de los kapos con los presos que tenían a su cargo, y a la
complicidad de los sonderkommandos, entreotros. También hemos tratado de
conocer el por qué los reos fueron cómplices, voluntarios o involuntarios, en los
desmanes de Auschwitz para que este KZ cumpliera la labor para la que fue
diseñado.
Por último, nos detuvimos en el análisis del cómo la sociedad alemana asimiló
el discurso del III Reich, normalizando y justificando este pensamiento tan
descabellado de tiranía y horror que impusoHitler en su régimen.
Cuerpo:
Para entrar en materia, el término “banalidad del mal” fue acuñado por Hannah
Arendt1 en su libro Eichmann en Jerusalén, para expresar que algunos
individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin
reflexionar sobre sus actos. No se preocupan por las consecuencias de sus
actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes. La tortura, la ejecuciónde seres

1.

Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén: Un informe sobre la banalidad del mal., DEBOLSILLO 2006

Carlos Daniel Murillo Cascos
1º Grado de Antropología
Antropología Social y Cultural
Centro Asociado: Mérida

humanos o la práctica de actos «malvados» no son considerados a partir de
sus efectos o de su resultado final, con tal que las órdenes para ejecutarlos
provengan deestamentos superiores.
Este término tiene algunos detractores, como Michael Burleigh2, quien sostiene
que los nazis no actuaban como autómatas dentro del sistema del que forman
parte sin reparar en sus actos y sus consecuencias, si no que lo hacían siendo
plenamente conscientes de sus acciones y movidos por el odio:
“Eran gente a la que le gustaba causar miedo, que la gente sintiera su podercuando entraban en una sala con su uniforme de Hugo Boss...”.

Personalmente no me inclino por esta postura, ya que creo que el régimen nazi
había logrado el objetivo de que su ideal nacionalsocialista calase como lluvia
fina en todas las capas sociales de Alemania, incluidos aquellos colectivos que
posteriormente se convertirían en sus víctimas. Todos los alemanes, por el
hecho de serlo, seconsideraban superiores, y esto era un sentimiento
transversal, que recorría todo el espectro social de aquel país, desde el más
acérrimo militante del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán hasta el más
fiero opositor a este partido.
La autora recoge alguno de estos casos dados entre reclusos de Auschwitz,
que reclamaban un trato preferente hacia el resto por su condición de
alemanes:“Las judías procedentes de Alemania querían mantenerse separadas del resto de
las prisioneras. ¿Cómo estamos mezcladas con esta chusma del este?, se
preguntaban ofendidas, después de todo, nosotras somos alemanas. (…) Estas
mujeres nos despreciaban a nosotras, sus compañeras víctimas, más que a los
SS que les habían arrebatado sus casas y las habían llevado al borde del
precipicio”

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