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“Tiempos modernos de Chaplin”

La posibilidad de volver a ver esta obra maestra de Charlie Chaplin en su edición restaurada[1], nos invita, por supuesto, a una mayor apreciación del arte del maestro, pero también a postular algunas preguntas y reflexiones sobre los temas que él postula en forma pionera. Nuestra propuesta acá es centrarnos en la película -o, mejor, en ciertas escenas- paraplantear algunas preguntas concernientes a las cuestiones de organización[2] La representación fílmica que de ellas hizo el mismo Chaplin en 1936 nos ayudan a comprender la forma como se formulan actualmente.

Nos centraremos en las secuencias dedicadas a la fábrica metalúrgica, teniendo en cuenta que la historia del film trata, en forma más amplia, del proceso de masificación y alienación queChaplin observó en el curso de los años treinta, marcados por la Gran Depresión. En efecto, los temas abordados son: la industria, la distribución a gran escala, la desocupación, la huelga, la cárcel, la droga… Si bien son abordados en forma cómica, se trata de una crítica social a la “modernización”, de la misma forma como El Gran Dictador es una crítica política.

El título, Tiempos Modernos, escasi neutro, mientras que el subtítulo es sumamente irónico, programático de lo que el autor se propone subrayar: Una historia cuyos personajes son la industria, la iniciativa individual y la humanidad que marcha a la conquista de la felicidad. Hay que recordar que este film fue sumamente criticado en los Estados Unidos y acusado de “comunista”, defendido en la Alemania nazi y la Italia fascista,desaprobado en la Unión Soviética, donde el héroe del productivismo, Stakanov, era un albañil que trabajaba siguiendo el sistema de Gilbreth, alumno y amigo de Taylor. La respuesta emitida por Chaplin ante esos ataques no hicieron sino reforzar las críticas de la época: “Yo he partido de una idea abstracta, del deseo de decir algo acerca del modo de vida estandardizado, y como los humanos sonempujados a devenir en máquinas”.

Ya en el comienzo encontramos dos simbolizaciones fuertes. La primera, el paralelismo entre la imagen de una manada de ovejas y el de una masa de obreros y de empleados que se apresuran a apuntarse. La segunda, un enorme reloj detrás de los títulos de inicio del film. Dos símbolos que son, sin duda, un homenaje y una cita evidente a otra gran película, rodadadiez años antes: Metrópolis, de Fritz Lang.

El reloj está allí para expresar desde el comienzo que el ritmo impuesto a los humanos es el verdadero protagonista de la historia: ritmo de la cadena de ensamble, ritmo en la prisión, en la gran tienda, incluso en el cabaret… Nos introduce a la oposición entre el orden impuesto, regulado por los tiempos que se venden, y del cual los policías son losguardianes, y el desorden de aquéllos que de una manera u otra tratan de sustraerse, y que por lo tanto son marginados por el sistema.

En la escena surgen dos maneras de oponerse a ese orden impuesto. Por un lado está la rebelión explícita representada por los trabajadores en huelga, la chica del puerto y los compañeros de trabajo despedidos que deciden robar la gran tienda. Por otra parte, lautilización de las contradicciones de la sociedad “moderna” que representa el personaje de Charlot, en la cual destaca su preferencia aparentemente absurda por el ritmo de la prisión -que le garantiza, por lo menos, comida y alojamiento- en relación con el hambre y el trabajo alienante de la fabrica.

La imposición del ritmo preside las secuencias del trabajo fabril, en particular lasconsagradas a la línea de montaje. Allí el ritmo aparece claramente subordinado al movimiento de la banda mecánica, según el principio de Ford: “La pieza exacta, en el lugar exacto, en el momento exacto.” Las escenas consagradas al mantenimiento de las máquinas son igualmente cómicas, y refuerzan el tema de la “integración” psíquica del trabajador al sistema mecánico.

Nos permitiremos acá un...