Ensayo Filosofia
¿
Pienso, luego existo? o ¿Siento, luego existo?
El hombre, desde su llegada al universo, ha tratado de darle una explicación a preguntas
que parecen no tener respuesta, como de dónde venimos y a dónde vamos en el momento
que fallecemos. Es cierto que hasta ahora ningún ser humano sobre la Tierra ha podido tener una respuesta específica, aunque sí aparecieron con el pasar del tiempo muchos
intentos de explicaciones. Una de las que más perduró fue “encontrar” estas respuestas a
través de la religión, pero también hay que darle crédito a la mitología griega, y a una de las
más recientes, el uso de las ciencias exactas. Ésta última es una de las pocas que se puede
comprobar y así tiene una teoría científica donde respaldarse. Entonces, aquí, es donde empezamos a descubrir que la vida tiene dos corrientes
totalmente diferentes; una racional, donde tomamos decisiones por el razonamiento que
creemos tener, es decir donde decidimos de acuerdo a si está bien o mal, y la corriente del
espiritualismo. Junto con el espiritualismo aparece la palabra “SENTIDOS” que no son los sentidos del tacto, del olfato, etc., son los sentidos del mismo sentir; sentir amor, tristeza,
odio, entre otros.
En el momento de decidir, nuestra mente empieza a trabajar con respecto a estas dos
corrientes. Empezamos a pensar si nuestras acciones están bien racionalmente o si están
bien a nivel espiritual, sabiendo (o no) las consecuencias que se presentarán a lo largo del
tiempo. En los siglos XVII y XVIII, el racionalismo y el movimiento ilustrado se complementan para
crear lo que se denomina con Proyecto moderno. Este nombre dentro del campo de la
filosofía dió lugar a nuevas preguntas y cuestiones; entre ellas, se empezó a reflexionar
acerca de la famosa frase filosófica de la autoría de Descartes “Pienso, luego existo”, para
empezar a considerar un “Siento, luego existo”. La relación que se crea entre racionalismo y movimiento ilustrado o espiritualismo está ligada a la derivación de pasiones que está
puntuada por Manuel G. Morente. Señala que los movimientos que realiza el cuerpo se
reflejan en el alma, y a esto es lo que llamamos pasión, las consecuencias de los
movimientos del cuerpo. También indica que hay seis pasiones fundamentales y que el alma cree que ella es la causante de éstas, lo que es erróneo ya que el autor de estos
movimientos y cambios es el mismo cuerpo. De acuerdo con esta reflexión podemos
empezar a tomar más en cuenta los sentimientos por sobre la razón, ya que al alma no le
importa quién o qué realizó los movimientos del cuerpo, porque todos van a derivar en una
pasión que hace que el individuo sienta una especie de gratitud en el alma; pero dependerá de cada individuo si esta decisión se tomará como una satisfacción, o si hubieran preferido
hacer las cosas bien para el resto, por medio del racionalismo.
Otro aspecto que cabe destacar es el individuo como persona. Como ya mencioné antes,
las personas buscamos dar respuestas a preguntas tales acerca de nuestra existencia u
origen, y en éstas es que los individuos le encuentran el sentido a la vida. Los filósofos son considerados personas que buscan respuestas de temas generales que normalmente no
pueden ser respondidas sólo con el uso de razón. La filosofía va más allá de la razón,
también involucra sentimientos, es decir pasiones que encontramos a través de los
sentidos. Como indica platón, cuando contamos con las pasiones y la sabiduría (queriendo
referirse al racionalismo) seremos entonces filósofos cuestionando el universo mismo y siempre queriendo llegar a la verdad absoluta.
Las personas encuentran el sentido de su vida, no mediante genes, sino mediante el
entorno social y cultural en el que crecen. Aunque no todas las personas afirman o apoyan
que hay que encontrarle un sentido específico a la vida, es el motor por el cual otras se ...
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