Ensayo Final
La muerte.
La muerte nos hace realmente humanos en el sentido de qué tener conciencia de la muerte nos hace madurar, la certidumbre de la muerte nos humaniza es decir nos convierte en verdaderos humanos en “Mortales”. Entre los griegos “humano” y “mortal” se decía con la misma palabra.
Las plantas y los animales no son mortales porque no saben que van a morir, no saben que tienenque morir, se mueren pero sin conocer nunca su vinculación individual, la de cada una de ellos con la muerte. No es mortal quien muere si no quien está seguro de que va a morir. Aunque tambien podríamos decir que las plantas ni los animales están por eso mismo vivos en el mismo sentido en que lo estamos nosotros. Los auténticos vivientes somos solo los mortales, porque sabemos que dejaremos devivir y en que eso precisamente consiste la vida.
¿Qué otras cosas conocemos de la muerte? Ciertamente bien pocas. Una de ellas es que resulta absolutamente personal e intransferible: nadie puede morir por otro. Es decir, resulta imposible que nadie con su propia muerte pueda evitar a otro definitivamente el trance de morir tambien antes o después. Savater cuenta del padre Maimilian Kolbe, que seofreció voluntario en un campo de concentración nazi para sustituir a un judío al que llevaban a la cámara de gas, solo le reemplazo ante los verdugos pero no ante la muerte misma. Con su heroico sacrificio le concedió un plazo más largo de vida más no la inmortalidad.
Una cosa más sabemos de la muerte: que no solo es cierta sino perpetuamente inminente. Morirse no es cosa de viejos ni de enfermos:desde el primer momento que empezamos a vivir, ya estamos listos para morirnos. Como dice la sabiduría popular “nadie es tan joven que no pueda morir ni tan viejo que no pueda vivir un día más.
Fatalmente necesaria, perpetuamente inminente, íntimamente intransferible y solitaria. Pero en el fondo la muerte sigue siendo lo más desconocido. Sabemos cuándo alguien está muerto pero ignoramos qué esmorirse visto desde adentro.
La vida, en el único sentido de la palabra que conocemos, está hecha de cambios, de oscilaciones entre lo mejor y lo peor, de imprevistos.
Una eterna bienaventuranza o una eterna condena son formas inacabables de congelación que ni siquiera las religiones con mayor garantía aseguran la vida eterna: solo prometen la eterna existencia o duración, lo que no es lo mismoque la vida humana, que nuestra vida.
Además, ¿Cómo podríamos “vivir” de verdad donde faltase la posibilidad de morir? Desde luego, la idea de seguir viviendo de algún modo bueno o malo después de haber muerto es algo inquietante y contradictorio. Un intento de no tomarse la muerte enserio, de considerarla mera apariencia. Incluso una pretensión de rechazar o disfrazar en cierta manera nuestramortalidad, es decir nuestra humanidad misma.
Sin embargo, el dato más evidente acerca de la muerte es que suele producir dolor cuando se trata de la muerte ajena pero sobretodo que causa miedo cuando pensamos en la muerte propia. Algunos temen que después de la muerte haya algo terrible castigos, cualquier amenaza desconocida; otros que no haya nada y esa nada resulta lo más aterrador de todo.Epicuro trata de convencernos de que la muerte no puede ser nada temible para quien reflexione sobre ella. Por supuesto, los verdugos y horrores infernales no son más que fabulas para asustar a los díscolos que no deben inquietar a nadie prudente a juicio de Epicuro.
Pero tampoco en la muerte misma, por su propia naturaleza, hay nada que temer porque nunca coexistimos con ella; mientras estamosnosotros, no está la muerte; cuando llega la muerte, de jamos de estar nosotros.
La Biblia dice: “Los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5; Salmo 146:4). Así que cuando alguien muere, deja de existir. Los muertos no pueden pensar ni actuar ni sentir.
“A polvo volverás”
Dios le explicó al primer hombre lo...
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