Ensayo Gadejo
Páginas: 5 (1137 palabras)
Publicado: 19 de octubre de 2015
Universidad Interamericana de Puerto Rico
Recinto de Ponce
GESP 1102
Dra. M. Pérez Miranda
Ensayo: Gadejo
Por: Luis Rafael Sánchez
Alexandra Lago Ramos
P00469629
GADEJO, por Luis Rafael Sánchez
Perspectiva, El Nuevo Día, Domingo 16 de enero 2011
Si las palabras son cajas diminutas, que albergan significados múltiples, entonces los puertorriqueñosfiguramos entre los grandes ebanistas del idioma español. Si las palabras son instrumentos musicales, de los que igual se extraen el sonido plácido y el ruido enfurecido, entonces los puertorriqueños integramos la orquesta de los virtuosos supremos. Si una infinidad de colores aprovecha de envoltorio a las palabras, entonces el olimpismo de la pintura oral queda incompleto sin nosotros.
¿Pinturaoral? Sí. Escuché decir a un abogado de profesión y seductor de vocación, trepado en la Escultura Homenaje a los Aguacates, que las faldas de color amarillo mamisongo lo despabilan.
¿Pintura oral? Sí. Cabría especular cuáles mezclas realizarían el Rembrandt, el Caravaggio, el Pancho Rodón, puestos a forjar el amarillo mamisongo.
O cuáles para forjar el verde de la hambre a la que se mata, endefensa propia, bistec encebollado mediante.
Ebanistas lujosos del idioma español.
Virtuosos que hallan la música secreta de las palabras. Noveleros pintores orales. Dejo fuera otras innúmeras creatividades y otros innumerables méritosdeportistas y religiosos y gente común en posesión de decencia verdadera. Que aquí no todo se reduce a mil asesinatos por año, descalabro moral, humillación delgentuzal político.
Siendo la decencia una posibilidad real entre nosotros, me brota del alma una pregunta. ¿Por qué los puertorriqueños somos tan dados a achicar lo puertorriqueño, a diferencia del cubano y el dominicano, tan dados a agrandar lo cubano y dominicano? Idolatren a Fidel o lo aborrezcan, Martí es uno y el universo para todo cubano. Añoren a Trujillo o lo abominen, Duarte, Sánchez y Mellason uno y el universo para todo dominicano.
En contraste, a los puertorriqueños se nos dificulta identificar un coordinador excelso de nuestras ilusiones colectivas, una figura de proporción mítica que reverenciemos al margen de toda sospecha. A Betances, Hostos, Barbosa, Baldorioty, los despachamos como a caciques de tribus, no como a luceros de alba patriótica alguna.
¿Vendrá por ahí larespuesta a la pregunta que me brotó del alma? ¿Desgarran nuestro presente las desavenencias irresueltas de nuestro pasado? ¿Preferimos criticonearnos en vez de criticarnos? O lo hacemos por vacilar, por poner a brincar cuica a los días, por gadejo? Duele escribir lo anterior. Duele añadir que el puertorriqueño del puertorriqueño es el lobo: el menosprecio y el descrédito a nosotros por nosotros,nunca pasan de moda. Como tampoco echar mano de la suspicacia y el ninguneo a la hora de calibrarnos. Menos pasa de moda reducir a un "psss" cuan to somos, cuanto realizamos, cuanto soñamos. Menos pasa de moda el concluyente "ay fo." Prohibido olvidar que nuestro "ay fo" denuncia el mal olor liberado por la hediondez. ¿Arte puertorriqueño? Ay fo. ¿Literatura puertorriqueña? Ay fo.
¿Cinepuertorriqueño? Ay fo. ¿Inteligencia puertorriqueña? Ay fo. ¿Pensamiento puertorriqueño? Ay fo. ¿Universidad de Puerto Rico? Ay fo.
Karajo con k de Kafka: empecemos a desautorizar el "psss" y el "ay fo" y el gadejo indiscriminado. Empecemos a aplaudir, por lo menos, la maña especial puertorriqueña para idear una palabra formidable a partir de un rasgo o un gesto que se percibió de prisa. "No me malojee"protesta una cajera a quien miro con fijeza, pero sin ánimo de pretender hacerle mal de ojo. "Descríspe se" me aconseja el camarero a quien pido una taza de café con mucho café y poca leche y sin nata y sin espuma y bien caliente, cosa de soplarlo mientras lo bebo, sorbo a sorbo.
Koño con k de karajo: empecemos a prestar oídos sordos a quienes todos se les vuelve "psss" y "ay fo" y portan el...
Recinto de Ponce
GESP 1102
Dra. M. Pérez Miranda
Ensayo: Gadejo
Por: Luis Rafael Sánchez
Alexandra Lago Ramos
P00469629
GADEJO, por Luis Rafael Sánchez
Perspectiva, El Nuevo Día, Domingo 16 de enero 2011
Si las palabras son cajas diminutas, que albergan significados múltiples, entonces los puertorriqueñosfiguramos entre los grandes ebanistas del idioma español. Si las palabras son instrumentos musicales, de los que igual se extraen el sonido plácido y el ruido enfurecido, entonces los puertorriqueños integramos la orquesta de los virtuosos supremos. Si una infinidad de colores aprovecha de envoltorio a las palabras, entonces el olimpismo de la pintura oral queda incompleto sin nosotros.
¿Pinturaoral? Sí. Escuché decir a un abogado de profesión y seductor de vocación, trepado en la Escultura Homenaje a los Aguacates, que las faldas de color amarillo mamisongo lo despabilan.
¿Pintura oral? Sí. Cabría especular cuáles mezclas realizarían el Rembrandt, el Caravaggio, el Pancho Rodón, puestos a forjar el amarillo mamisongo.
O cuáles para forjar el verde de la hambre a la que se mata, endefensa propia, bistec encebollado mediante.
Ebanistas lujosos del idioma español.
Virtuosos que hallan la música secreta de las palabras. Noveleros pintores orales. Dejo fuera otras innúmeras creatividades y otros innumerables méritosdeportistas y religiosos y gente común en posesión de decencia verdadera. Que aquí no todo se reduce a mil asesinatos por año, descalabro moral, humillación delgentuzal político.
Siendo la decencia una posibilidad real entre nosotros, me brota del alma una pregunta. ¿Por qué los puertorriqueños somos tan dados a achicar lo puertorriqueño, a diferencia del cubano y el dominicano, tan dados a agrandar lo cubano y dominicano? Idolatren a Fidel o lo aborrezcan, Martí es uno y el universo para todo cubano. Añoren a Trujillo o lo abominen, Duarte, Sánchez y Mellason uno y el universo para todo dominicano.
En contraste, a los puertorriqueños se nos dificulta identificar un coordinador excelso de nuestras ilusiones colectivas, una figura de proporción mítica que reverenciemos al margen de toda sospecha. A Betances, Hostos, Barbosa, Baldorioty, los despachamos como a caciques de tribus, no como a luceros de alba patriótica alguna.
¿Vendrá por ahí larespuesta a la pregunta que me brotó del alma? ¿Desgarran nuestro presente las desavenencias irresueltas de nuestro pasado? ¿Preferimos criticonearnos en vez de criticarnos? O lo hacemos por vacilar, por poner a brincar cuica a los días, por gadejo? Duele escribir lo anterior. Duele añadir que el puertorriqueño del puertorriqueño es el lobo: el menosprecio y el descrédito a nosotros por nosotros,nunca pasan de moda. Como tampoco echar mano de la suspicacia y el ninguneo a la hora de calibrarnos. Menos pasa de moda reducir a un "psss" cuan to somos, cuanto realizamos, cuanto soñamos. Menos pasa de moda el concluyente "ay fo." Prohibido olvidar que nuestro "ay fo" denuncia el mal olor liberado por la hediondez. ¿Arte puertorriqueño? Ay fo. ¿Literatura puertorriqueña? Ay fo.
¿Cinepuertorriqueño? Ay fo. ¿Inteligencia puertorriqueña? Ay fo. ¿Pensamiento puertorriqueño? Ay fo. ¿Universidad de Puerto Rico? Ay fo.
Karajo con k de Kafka: empecemos a desautorizar el "psss" y el "ay fo" y el gadejo indiscriminado. Empecemos a aplaudir, por lo menos, la maña especial puertorriqueña para idear una palabra formidable a partir de un rasgo o un gesto que se percibió de prisa. "No me malojee"protesta una cajera a quien miro con fijeza, pero sin ánimo de pretender hacerle mal de ojo. "Descríspe se" me aconseja el camarero a quien pido una taza de café con mucho café y poca leche y sin nata y sin espuma y bien caliente, cosa de soplarlo mientras lo bebo, sorbo a sorbo.
Koño con k de karajo: empecemos a prestar oídos sordos a quienes todos se les vuelve "psss" y "ay fo" y portan el...
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