Ensayo Libro Mapocho.

Se sacó los ojos pero seguía viendo.

El indio, siempre fue el hermano de, el hijo de, el nieto de, más su sentimiento era claro al decir que él era una mitad, que su otra parte estaba dando vueltas y mostrando su ombligo en alguna playa del mediterráneo. Es en este sujeto en el que quiero fijar mi ensayo, su relación con la vida, con la muerte y lo que ambos mundos fueron capaces de confundirla cabeza de todo lector, más aún, la del mismo personaje. Cómo el indio es un fiel ejemplo de la identificiación con la imagen de su semejante, el estadio del espejo, y cómo afectó la falta de función paterna en la cual su madre fue partícipe al dar por muerto a un padre y aquél entierro simbólico que dejó sobras en el inconsciente de estos niños que vivieron de historias sin final. Siendo lafunción paterna la que permite mantener la noción de unidad corporal del sujeto la cual conllevará el desarrollo psíquico del personaje. Esta función se vio interrumpida en el momento en el que la madre decidió separar a sus dos hijos de su padre y provocó cierta forclusión que jugaría un papel importantísimo en el desarrollo psíquico de sus afectados. Me hace recordar una parte de Tótem y tabú,donde mencionan la unión de los hermanos luego de derrotar al padre juntos. A pesar de que este no sea precisamente el caso, es la unión de aquellos hermanos luego de un hecho catrastrófico referido al padre lo que me hace pensar en cómo afectó la ida de sus raíces y el alejamiento de este símbolo de ley, más aún considerando que la madre no era la mejor mentora respecto al tema paternal, por lomenos no más allá de prohibir algo que no había pasado, leyendo entre líneas un sentimiento de unidad entre la Rucia y el Indio provocado por el hecho de que sí, son semejantes, han vivido lo mismo, han sentido parecido, se les ha prohibido por igual y se les ha implantado el deseo en sus cabezas como la forma de completar una unidad que había intentado ser separada tantas veces. Eran uno pero no; noconocían la concepción correcta de lo que es imaginario y se compartían como si fuesen a compartirse toda la vida.


Es como un puzzle. Se han tenido que reconstruír mil veces, se han tenido que juntar luego de ser separados, se han perdido en tantas ciudades como espacios en sus cabezas ¿buscándose?, ¿realmente se han buscado todo este tiempo? La cosa va en que han tratado de perderse, sin laverdadera intención de buscarse a uno mismo por sobre el semejante, la otra mitad, la media naranja. Lo que se supone que es él, él es ella, ella es él, y así, se perdían en el otro intentando encontrarse. No había una historia previa que los definiera, sus recuerdos se hacían cada vez menos inteligibles, menos claros, dennotaban aveces un olvido intencional para evitar el dolor de una pérdidainjusta, de una mentira irreparable, de una historia permanente que mantenía a estos niños sujetos a enigmas jamás solucionados por aquella persona que los implantó.
“Las dos mitades de un engendro monstruoso, un cuerpo dividido, tu la cabeza, yo el estómago, tu la boca, yo el ombligo, Rucia. La misma tripa hedionda, el mismo hoyo que almacena pelusa y mugre. Un cíclope buscando su segundo ojo, unmutante recuperando su presa abortada” (Pág 17)
La necesidad, el constante recordatorio de que salieron del mismo lugar, que comparten una historia, que están divididos. Se reconocen como individuales más no aceptan la realidad de estos hechos. “Como quiera que sea, tanto el objeto como el yo se realizan a través del semejante; cuánto más pueda asimilar de su compañero más reafirma el sujeto supersonalidad y objetividad, garantes de su futura eficacia. Sin embargo, el grupo de la fratria familiar, de edades y sexos diversos, favorece las identificaciones más discordantes del yo” (Lacan, La familia, El estadio del espejo). Es con esta frase con la que damos cabida a todo intento de asimilación personal afectada por la historia de vida que entrelaza a estos hermanos nacidos de la misma...