Ensayo matrimonio y familia
Hace 15 días conversaba con una compañera sobre un trabajo en el que se nos pidió escribir nuestras aspiraciones a futuro. Expresé mi deseo de casarme y formar unafamilia, a lo que mi amiga reaccionó sorprendida, como si yo, una persona inteligente, estuviese optando por el fracaso y la mediocridad.
Me alarmó que la idea del matrimonio le resultase tananticuada y empecé a investigar, y al hacerlo comprendí su reacción. Ya que lo que hoy conocemos como matrimonio y familia, es una mutación aberrante de lo que era su diseño original, algo hermoso y bueno,como todo lo que sale de la mente de Dios.
La unión entre un hombre y una mujer que se aman para toda la vida, se son fieles y tienen hijos, es algo que ya casi no existe como tal. Ahora hay millonesde matrimonios que solucionan sus problemas con la disolución del vínculo, que se engañan y que no quieren descendencia.
Un "no acepto" pareciera ser la nueva frase que se está imponiendo entre lassociedades de hoy a la hora de pensar en el matrimonio, una gran mayoría de jóvenes no ven razón alguna para ir ante un juez, y menos ante un altar a jurarse amor eterno. Se quieren, y en elloencuentran una justificación sobrada para vivir juntos. Estimo que están equivocados, pero los comprendo perfectamente.
Y es que las leyes y los usos sociales han arrebatado al matrimonio todo su sentido: laadmisión del divorcio elimina la seguridad de que se luchará por mantener el vínculo hasta que la muerte los separe; la aceptación social de deslices extramatrimoniales suprime la exigencia defidelidad; y la difusión de anticonceptivos desprovee la relevancia y el valor de los hijos.
El resultado es que hoy tenemos solteros empedernidos, parejas que viven en unión libre, y otras que deciden notener hijos. Esto lo confirman las estadísticas.
Ahora voy a comentarles algunas de las variaciones en los enlaces entre dos personas. Desde 1980 se acuñó un nuevo término de origen anglosajón...
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