Ensayo paper
Abril 18, 2010 por centroamericana
Por Álvaro Darío Lara
Publicado en Marzo: Revista cultural independiente
8 de abril de 2010
Para Monseñor Romero, la palabra de Dios y su encarnación en Jesús de Nazaret fueron el motor de toda de su vida como hombre y como religioso. Ese cristianismo esencial que reconoce al hermano en los más sufrientes de la realidad y quese solidariza y compromete con ellos, en la búsqueda y en la construcción del Reino de Dios en la tierra, anticipo de la plenitud del Reino de los Cielos.
Monseñor Romero fue un hombre santo y coherente, en la vivencia profunda de su fe religiosa que de su interior se testimoniaba en su praxis exterior. De posiciones políticoreligiosas más conservadoras, transitó hacia la opción preferencial porlos pobres, en una progresiva e ineludible conversión que lo llevó hasta el extremo de entregar su vida por el pueblo que amaba.
Su punto de partida fue siempre el evangelio. Instalado en él, leía la convulsa y trágica realidad de El Salvador, en la clave propia de un hombre de Dios. Por lo tanto, pretender manipular su palabra, desde cualquier ángulo, ya sea político, ideológico o de otranaturaleza, es siempre una aventura estéril, imposible, ya que esa palabra es inobjetablemente diáfana, por provenir –sin lugar a dudas- de las fuentes mismas de la Verdad.
La palabra de los mártires y profetas del espíritu, de la ciencia y de la cultura es irremediablemente incómoda para la lógica perversa del poder. Por esa razón, el poder se maldice a sí mismo, en su tentativa de hacer callar esavoz, esa palabra. El poder es ciego, y cree que silenciando físicamente esa voz, silencia la verdad que la voz predica, y se equivoca, puesto que la voz –lejos de perecerrenace y renace en ese limo fecundo que es el pueblo, y en las múltiples voces de otros y otras, que recogen esa voz y la siguen, practicándola, alimentándola y difundiéndola.
Monseñor Romero tuvo una palabra para todos y paratodas. Como era cristiano, prefirió a los más humildes y necesitados; sin embargo, predicó por las cuatro direcciones del cielo y de la tierra. Aquellos que pensaban que el oro de este mundo era lo más precioso, lo odiaron con todas sus fuerzas, hasta llegar a planificar y ejecutar su asesinato. Pero también su palabra golpeó los oídos de quienes creían, que los cambios deseables, eran sólo cuestiónde cambios en el sistema, en el orden de las cosas externas.
Monseñor Romero es un legado universal que debe ser respetado. Él es un árbol maravilloso de extraordinarios frutos. Una mesa abierta hacia todos los seres humanos que buscan abrevar su sed infinita de amor y hermandad.
Monseñor Romero escapa a toda pretensión del poder político por negarlo, deformarlo, «hacerle justicia» o pretender«oficializarlo », esto último para legitimar una efímera gestión presidencial.
De la misma manera, su figura es demasiado gloriosa, para definirse por un sitio en un altar eclesiástico. Es aquello que nunca desaparece: el amor, la compasión, la entrega hacia los oprimidos. Valores que hizo suyos, en El Salvador, Monseñor Romero, a quien se le podría aplicar, con mucha justicia,
Monseñor Romerosigue ahí. Inmenso y sabio como una montaña, pero cercano y acogedor como una llanura, señalándonos el lenguaje de justicia y perdón que debe conducir nuestras vidas, e invitándonos a ir más allá del icono, a ser capaces de distinguir y optar –siempre- por lo más esencial: el amor y la caridad hacia los más desprotegidos.
http://culturacentroamericana.com/2010/04/18/el-monsenor-romero-de-cada-dia/Monseñor Romero, referente ético del cristianismo militante
Rev. José Miguel Torres
Romero, por la causa del Reino de Dios en estas tierras de sangre y dolor donde poco a poco ya se enciende el candil de la dignidad y la justicia social.
Romero, el referente ético y el horizonte valórico de su gestión y programa de gobierno. Muchos cristianos del mundo, alabamos y agradecimos a Dios que...
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