Ensayo rinoceronte
Creo que en este momento la literatura centroamericana se encuentra en un momento muy fructífero y oportuno para salir de la limitación provinciana y extenderse por todo el mundo de habla española, hasta llegar a lectores en otras lenguas. Los procesos de guerras revolucionarias que vivimos en los ochentas han dejado a su paso muerte y desolación, pero de esaexperiencia tenemos que sacar algo positivo. Aunque el neoliberalismo que está asfixiando a nuestras clases trabajadoras parezca haberse consolidado en los noventa, creo que esta década que empezamos ahora nos permitirá una gestión más madura y más beneficiosa para las grandes mayorías. De la época insurreccional nos ha quedado el desarrollo del testimonio como género literario, rico y pujante, que haproducido obras de gran importancia, no sólo para nosotros los centroamericanos, sino para todo el mundo. El fenómeno que implica la importancia del testimonio de Rigoberta Menchú, es algo inaudito en la historia de la literatura. A nosotros nos ha tocado vivir y ser protagonistas del surgimiento y canonización de un género literario, suerte y distinción nada común y cotidiana. Yo no creo comoalgunos de nuestros colegas que el testimonio sea un género nuevo en todo el sentido de la palabra. El testimonio es tan antiguo como el libro del Exodo del Viejo Testamento, y como los Evangelios, lo que sí se ha dado en la segunda mitad del siglo XX es la producción copiosa de testimonios de diferentes tipos, al lado de una teorización brillante e inteligente, por parte de distinguidos críticos delprimer mundo, que desde las universidades más prestigiosas y elitistas del imperio, han protagonizado un diálogo fructífero en torno al género. En la conjunción de estos fenómenos semióticos y discursivos está la gran contribución de la literatura latinoamericana a la literatura mundial. Sin embargo, lo más importante desde el punto de vista social, es la sensación de poder que el testimonioconfiere a las personas. El éxito comercial e intelectual de algunos discursos testimoniales y la subsiguiente controversia que han suscitado, demuestran el poder que puede tener la palabra escrita, demuestra las agencias de poder que puede activar el discurso literario, y por primera vez quizás, ese poder parece estar al alcance de los grupos más desposeídos, de los más débiles, de los marginados. Esto"empodera", para usar un neologismo sumamente necesario en los estudios subalternos, confiere poder, a las clases más marginadas de la sociedad y a las etnias más reprimidas de nuestros pueblos. Si mi vida es digna de ser contada, y digna de ser leída y estudiada, ergo, tengo cierto valor como ser humano. Este silogismo es sumamente importante y positivo para la percepción que esos mismos grupostienen de sí mismos, para su auto-estimación y su imaginario social y cultural. Ojalá este sea un primer paso para la construcción de mejores condiciones de vida y educación para estas mayorías silenciosas y desposeídas, que a través del testimonio ejecutan acaso el primer gesto de apropiación valioso y perdurable para generaciones por venir.
Permítanme ahora retroceder un poco para hacer algunasobservaciones de naturaleza histórica y situar mejor los comentarios que siguen a continuación. Con el surgimiento de la novela en las postrimerías del siglo XIX en Centro América, se empieza a dar un proceso de ficcionalización del universo centroamericano, que se engasta dentro de otro proceso de ficionalización que había empezado con la conquista y colonización de nuestro territorio. A mijuicio se dan, en rasgos generales, las siguientes grandes tendencias: 1) una novela nacionalista, que se interesa por establecer en nuestra región un espacio novelable que le dé solidez y forma a las precarias naciones mesoamericanas, la obra de José Milla en Guatemala y de José Dolores Gámez en Nicaragua, son los dos primeros ejemplos que se me vienen a la mente; 2) una novela eurocéntrica, que...
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