ENSAYO SIEMBRA VIENTOS Y RECOGERÁS TEMPESTADES
ENSAYO SIEMBRA VIENTOS Y RECOGERÁS TEMPESTADES
Presentado a:
TC. JOSÉ MIGUEL CORREA HERNÁNDEZ
Elaborado por:
PT. GIOVANNI ANDRES GUERRERO RODRIGUEZ
POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA
DIRECCIÓN NACIONAL DE ESCUELAS
ESCUELA DE INTELIGENCIA Y CONTRAINTELIGENCIA
Bogotá DC, 21 de Octubre de 2013
Este libro reúne los testimonios de los principalesdirigentes del M-19, como lo son JAIME BATEMAN, IVÁN MARINO OSPINA, ÁLVARO FAYAD, CARLOS PIZARRO Y ANTONIO NAVARRO WOLF, en los cuales se va perfilando la historia del grupo insurgente, sus orígenes sumergidos en la violencia desatada luego de la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán; sus ideales; sus acciones guerrilleras y sus reiteradas apuestas por la paz, hasta su desmovilización ytransformación en partido político. Patricia Lara ha enmarcado estas semblanzas dentro de la historia de la violencia colombiana.
Patricia Lara también ha incluido importantes documentos oficiales y del movimiento subversivo que le permiten al lector conocer las distintas posiciones ideológicas que se debatían en ese momento sobre temas como la lucha armada la paz, el juzgamiento de los implicados enacciones violentas y la amnistía.
Por la variedad de temas y por su enfoque testimonial, Siembra vientos y recogerás tempestades cobra vigencia a la luz de la actual guerra colombiana, nos hace repensar nuestra historia, mirar de manera crítica el presente y así buscar nuevos caminos para la solución del conflicto que nos aqueja.
¿Por qué grupos como el M-19, el Ejército Popular deLiberación (EPL), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y la CRS decidieron negociar un acuerdo de paz mientras que las FARC-EP y el ELN se negaron a hacerlo? Basado en un análisis histórico del comportamiento político de estos grupos, se argumenta en este ensayo que la disposición a negociar depende, al menos en parte, del carácter “extremista” o “moderado” de los conflictivos, el cual varíaen función de la relación de fuerza entre “duros” y “suaves” distribución de recursos políticos, financieros, y estratégicos) dentro de cada actor colectivo.
Se identifican además cuatro decisiones estratégicas: el reconocimiento del adversario, la aceptación del principio de negociación, el llamado a la definición de reglas y el envío de señales costosas a favor de la paz, que permitendistinguir un extremista de un moderado en un contexto de conflicto armado interno. El uso de la violencia como herramienta política no es necesariamente un indicador de extremismo.
El modelo de negociación del M-19 se basó en “Mesas de Análisis y Concertación”, es decir, “espacios de encuentro entre la insurgencia, la sociedad y el Estado para definir los contenidos de las reformas. El proceso secomplementó con “discusiones cerradas” entre el Gobierno y el M-19, para ordenar los temas y definir el “cómo y cuándo”.
Un camino similar fue seguido por la CRS en 1991, cuando el grupo se concentró en construir un preacuerdo que definiera las condiciones de negociación. Para ello, estableció “apoyos” de ONG y de delegaciones diplomáticas, sobre todo de Holanda.
Desde mediados de la década delos setenta, el M-19 decidió nombrar un “facilitador” que, el cual tendría funciones limitadas, pero por menos permitiría concretizar reuniones exploratorias para avanzar en las reglas del juego de una eventual negociación de paz. Dicha propuesta sería repetida en septiembre de 1987, cuando el grupo solicitó la intervención de la Organización de Naciones Unidas.
En 1988, el M-19 no sólo invitóa sectores sociales a negociar, sino que además acompañó su oferta con un cese del fuego unilateral. Durante el proceso, la up decidió retirarse, en protesta por el asesinato de algunos de sus líderes. Pero en abril de 1989, gracias a los esfuerzos del M-19, ambos grupos declararon estar a favor de una salida política del conflicto.
Una de las señales pasivas más conocida en la historia...
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