Ensayo sobre El Laberinto de la Soledad

Ensayo del libro:
El laberinto de la soledad
Yo, personalmente, esperaba de este libro no más que un conjunto de características chuscas y divertidas sobre nuestra esencia, un desarrollo literario sobre el genio mexicano, esperaba una compilación escrita de todo lo que somos.
Al empezar a leer el libro, el título del primer capítulo parecía darme la razón, “El pachuco y otros extremos”. Supuseque mi suposición era correcta pues la palabra “Pachuco” es por sí misma una exageración, y con espíritu cómico comencé a leer el primer párrafo.
No pasó mucho tiempo antes de notar diferencias entre la clasificación literaria del libro que leía y el que esperaba leer, situación que debí de haber previsto al ser Octavio Paz el escritor del mismo. Descubriendo la seriedad de la obra continué lalectura con cierto desdén.
Al leer el primer capítulo fue muy sencillo deslindarme de la realidad que Paz presenta. ¿Cómo iba a ser yo parte de la toxicidad de la que habla? ¿Cómo puedo ser yo esa persona borrosa que aún no se encuentra?
Para ser sincero, me sentía parte de una nueva generación mexicana, al borde del desarrollo y capaz de manejar las últimas tecnologías. Una persona concompetencias ante un mundo globalizado y con grandes oportunidades. Orgulloso de ser mexicano y de contar con las características culturales que me definen. Yo sí me “pongo la camiseta”.
Leía como los “Pachucos” no son mas que versiones de todo, esencialmente no son nada. No se acoplan pero sí sostienen similitudes con características propias de, inclusive, sociedades que repudian.
Me parecíanrepulsivos y ridículos. La imagen de aquellos pantalones bombachos y la actitud… No son nada de lo que es un verdadero mexicano. Seguí leyendo con aún más disgusto.
Me encontré con características que ya todos sabemos de los mexicanos pero que no forman parte, según yo suponía, de la realidad actual.
Aspectos como que el mexicano no confía en sí mismo, que agacha la cabeza, que siente nadie. Lainferioridad es un sentimiento que la mayoría de los mexicanos tenemos, sobre todo ante el extranjero. Esto se hace claro y se logra comprender en situaciones tan comunes como el actual mundial de fútbol, Sud-África 2010. La selección mexicana es aquella que juega como nunca y pierde como siempre. En los partidos de entrenamiento hacia el mundial, en el encuentro contra Italia, los mismos mexicanosapostaban su dinero al hecho de que México perdería. Y no lo hizo, y aún cuando ganó… Fue suerte, Italia no jugó con todo… Ellos están en mala racha. Poco a poco comenzaba a identificar mi alrededor con el ambiente tóxico del que Octavio Paz hablaba desde un principio.
Quizás Paz no está tan equivocado, quizás es este aire tóxico quien somos y quien siempre hemos sido. El realista que ve en surealidad lo negativo… lo insuficiente. Pero yo aún seguía con un gran orgullo por México.
Continué leyendo ya con mayor interés el segundo capítulo del libro “Máscaras Mexicanas” en donde empecé a adentrarme realmente en los textos para descubrir lo que el mexicano es y me dí cuenta de que no somos, sino que pretendemos ser.
¡Qué decepción! No externamos lo que somos, solo presentamos unaalternativa de existencia que crea una falsa personalidad. Intenté con todas mis fuerzas desacreditar ese punto de vista. Me rehusé a creer en Octavio Paz; si habemos gente auténtica somos los mexicanos… ¿No?
Pues no es así, no pude encontrar rastro alguno de error… Realmente los mexicanos nos ponemos máscaras todos los días y nos proyectamos en perfiles que no tenemos.
Presentamos una autenticidadcamaleónica y es así como vagamos por México y el mundo entero. Sin ser ni temer porque si no somos no estamos y si no estamos no somos vulnerables, nos pasamos la vida acoplándonos. Utilizando el lenguaje para colgar de alfileres nuestra nacionalidad, siguiendo algunos patrones conductuales para “definir” nuestra escencia. Somos un gran teatro.
Qué difícil es llegar a esta conclusión pero una vez...