Ensayo sobre la ciudad de la alegría de dominique lapierre

Sobre Anand Nagar, el ser misionero y la felicidad
Por: Julián Esteban Cataño Cataño

La ciudad de la alegría es un texto de Dominique Lapierre, en el que se cuenta la historia real de un sacerdote francés, Paul Lambert, y su labor misionera en uno de los suburbios de Calcuta, en la India.

Este hombre se pasaba los días enteros trabajando por el bienestar de los habitantes de un barrio deCalcuta llamado Anand Nagar, que significa Ciudad de la Alegría. Allí convivían miles de personas en condiciones deplorables, enfermos de todo cuanto virus afectaba a la población, hombres que hasta vendían su sangre con tal de conseguir el sustento de sus familias, y los leprosos, la población por la que más trabajaría Lambert.

Este hombre, que decidió vivir en aquel lugar junto a todos losdesventurados por los que luchaba a diario, poco a poco dio a conocer su labor y con el paso de los años logró que muchos compatriotas suyos y otros ciudadanos alrededor del mundo decidieran ayudarlo. Incluso consiguió que el gobierno de la India se fijara en la Ciudad de la Alegría y mejorara las condiciones de vida de sus habitantes.

Es una obra que logra conmover al lector, con descripcionestan reales y tan crudas que por momentos uno se siente conviviendo con las situaciones mencionadas y agradece al cielo no estar realmente allí.

Pero más allá de todo esto, me llama bastante la atención el tema trabajado en esta obra, porque me siento identificado con Paul Lambert. Desde hace tiempo trabajo con una fundación que realiza labores misioneras en poblaciones del departamento deAntioquia y he querido dedicar más tiempo de mi vida en un futuro a este trabajo.

Cuando se lee este texto de Lapierre saltan varias cuestiones sobre las que desarrollaré este ensayo. La primera de ellas tiene que ver con un asunto desde la experiencia personal, y me pregunto si realmente yo como misionero sería capaz de habitar permanentemente en un lugar donde mis condiciones de vida no son igualesa las que siempre he tenido. Convivir con el riesgo de contraer enfermedades mortales y en un lugar donde la salud es un sueño más para las personas.

Es una pregunta que aún no me respondo, pero que me hace dudar sobre ese deseo que en momentos cuestionantes como este no parece ser tan grande. Ser misionero implica dejar de lado todo lo que se tiene y estar dispuesto a entregar la vida por losdemás, a desgastarse día y noche por quienes más lo necesitan, sin importar quiénes sean, cómo se vistan, cómo piensen o el lugar donde habitan. Significa olvidarse incluso de la propia familia y de todos los apegos que se tengan para entregarse en cuerpo y alma a una labor en la que la única recompensa es la sonrisa de quienes ayudaste.

Es importante también entender que el misionero no haceobras de caridad ni da limosnas, el misionero se da completamente en favor de una necesidad que tienen los otros y trabaja para que ellos aprendan a suplirla, más no es el salvador del mundo.

Lo segundo que quiero hablar tiene que ver con la labor del Estado en este tipo de casos. Si bien esta historia se desarrolla en un país lejano del nuestro, es una realidad semejante a la que vivimos enColombia y en muchos otros lugares del mundo. Poblaciones llenas de miseria y víctimas del abandono estatal, claman a diario por una ayuda que les mejore un poco sus precarias condiciones.

Es entonces cuando uno se pregunta dónde están los programas gubernamentales y dónde están las entidades encargadas de velar por el bienestar de los ciudadanos. Si bien es cierto que en muchos lugares realmenteel presupuesto de las naciones no alcanza para cubrir todas sus necesidades, tampoco se puede negar que en otros países el dinero se pierde antes de llegar a su destino a causa de la corrupción. Y es acá donde las personas es tienen que aferrar a la ayuda que les puedan prestar las ONG o las organizaciones de misioneros, en pocas palabras, depender muchas veces de esto. Sin embargo este es un...