Ensayo sobre la empresa benetton
El fotomontaje de Benedicto XVI y el imán de la universidad egipcia de El Cairo, Ahmed el Tayeb,dándose un apasionado beso era el más controvertido de los seis incluidos en la campaña publicitaria “UNHATE” (“contra el odio”), en la que aparecen jefes de Estado o de gobierno en la misma posición cariñosa.
El Vaticano no tardó en condenar “una utilización inaceptable de la imagen del Santo Padre, manipulada e instrumentalizada en el marco de una campaña publicitaria con fines comerciales”.
“Setrata de una grave falta de respeto hacia el Papa, una ofensa a los sentimientos de los fieles, una demostración evidente de como una publicidad puede violar las reglas elementales del respeto a las personas para atraer la atención mediante una provocación”, agregó el Vaticano.
Poco después el grupo textil italiano retiraba la imagen.
Benetton dijo “sentir que la utilización de la imagen hayaherido la sensibilidad de los fieles”.
“Recordamos que el sentido de esta campaña es exclusivamente combatir la cultura del odio bajo todas sus formas”, afirmó en un comunicado un portavoz del grupo.
El fotomontaje de la nueva campaña publicitaria de “United Colors of Benetton” fue presentado este miércoles por Alessandro Benetton, vicepresidente del grupo, en París.
Pero incluso antes comenzó acircular por internet y llegó a desplegarse una banderola gigante durante un breve espacio de tiempo cerca del castillo de San Angelo en Roma.
Luca Borgomeo, presidente de la Asociación de telespectadores católicos italianos, reclamó de inmediato la retirada de esta publicidad. ¿Es acaso posible que Benetton no pueda concebir algo mejor?”, se preguntó estupefacto.
“Se trata de imágenes simbólicas– con un toque de esperanza irónica y de provocación constructiva- para promover una reflexión sobre la manera en la que la política, la fe, las ideas, aunque sean opuestas y diversas, pueden llevar al diálogo y a la meditación”, se había justificado Benetton.
Las relaciones entre el Papa y el imán de Al Azhar son complicadas, sobre todo desde que Benedicto XVI expresó su solidaridad a las víctimasdel atentado que causó 21 muertos en una iglesia de Alejandría el pasado 1 de enero.
El imán lo había interpretado como una injerencia.
Benetton mantiene sin embargo las otras fotografías con las que empapelará los comercios del grupo en todo el mundo.
En una de ellas, el presidente venezolano Hugo Chávez y su homólogo estadounidense Barack Obama, vestidos con corbata, se besan en la boca.Obama también estampa un beso a su homólogo chino Hu Jintao frente a la catedral de Milán, o viceversa según como se lea.
En otra fotografía, la llamada pareja francoalemana, formada por el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel, se dan un tórrido beso en la boca con los ojos cerrados.
Las otras dos imágenes polémicas muestran al primer ministro israelí, BenjaminNetanyahu, haciendo otro tanto con el líder palestino Mahmud Abas, así como al líder norcoreano Kim Jong-il y el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.
El grupo textil y su fotógrafo Oliviero Toscani saltaron a la fama por sus fotomontajes provocadores en los años 1990, como aquel en el que un cura vestido con sotana negra besa a una monja.
El fotógrafo italiano defendía abiertamente la libertad sexual, alos enfermos de sida, y en general se oponía a la discriminación racial o cultural.
La polémica desatada la semana pasada por la nueva campaña publicitaria de Benetton con fotomontajes de líderes mundiales besándose en la boca, tiene como propósito, según la marca italiana, “promover la paz entre los países del mundo”. ¿Cuál es la verdad que esconde esta estrategia?
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