Ensayo sobre la heteronormatividad

Universidad de Concepción
Facultad de Ciencias Sociales
Carrera de Sociología
Docente: Luis Parra
Alumna: Valentina Matus
Ensayo Módulo II
Sociología del Género:
“Los barrotes invisibles e invisibilizdores del sistema heteronormativo”

“El reino de la sexualidad posee también su propia política interna, sus propias desigualdades y sus formas de opresión específica. Al igual que ocurrecon otros aspectos de la conducta humana, las formas institucionales concretas de la sexualidad en cualquier momento y lugar dados son productos de la actividad humana. Están, por tanto, imbuidas de los conflictos de interés y la maniobra política, tanto los deliberados como los inconscientes. En éste sentido, el sexo es siempre político…”
(Rubin, 1989: 114)

Actualmente en nuestra sociedadcircula un discurso que naturaliza la heterosexualidad imponiéndola como la única forma válida de vivir la sexualidad, por lo que la heterosexualidad debe entenderse como un régimen político “que funciona a través de distintos mecanismos de poder represivos pero sobretodo productivos, para controlar nuestros cuerpos. Sólo dentro de la matriz heteronormativa adquieren coherencia e inteligibilidad loscuerpos en cuanto cuerpos sexuados, limitados al binomio hombre-mujer.”(Rivas, 2007). Es así como una serie de instituciones y dispositivos de orden material y simbólico nos obligan a definirnos como hombres o mujeres a quienes se atribuye como “naturales” determinados roles, comportamientos, aspiraciones y actitudes, entre las que se encuentra la atracción sexual hacia el sexo opuesto. “Es en estesentido como la imposición de la identidad puede verse como una burda táctica del poder, diseñada para oscurecer la auténtica diversidad humana con categorizaciones estrictas de uniformidad.”(Weeks, 1993: 297-298).
La identidad femenina o masculina se impone según el sexo biológico y se refuerza mediante diversos mecanismos que operan en nuestra cotidianeidad de manera implícita y que van desdelos juguetes considerados adecuados para niñas y niños (niña = muñeca = rol de madre) hasta los baños públicos entendidos como “fabricas de género” al, por ejemplo, dividirse en baños de hombres y baños de mujeres (mediante un símbolo en la puerta que nos remite a ello) y establecer por medio de su arquitectura que ellas orinan y defecan en un espacio cerrado (privado=doméstico) y sentadas, enoposición a ellos que encuentran en los urinarios un ritual heterosexual de re-conocerse como hombres en el espacio público, y por otro lado defecan dentro de una cabina, ocultos de la mirada de otros hombres que ante el acto que ha de realizarse mediante la apertura del ano podrían experimentar incitaciones de tipo homosexual (Preciado, s.f) ofendiendo la masculinidad, si además tenemos en cuentaigualmente que la “tecnología heterosocial” (Preciado, s.f: 22) opera a través de los cuerpos definiendo ciertas zonas de este como erógenas, en oposición al ano definido universalmente como ajeno al placer sexual en tanto una zona sucia y abyecta.
Según Daniel Borrillo, “la homofobia puede ser definida como la hostilidad general, psicológica y social, respecto de aquellos y aquellas de quienes sesupone que desean a individuos de su propio sexo o tienen prácticas sexuales con ellos. Forma especifica del sexismo, la homofobia rechaza también a todos los que no se conforman con el papel predeterminado por su sexo biológico. Construcción ideológica consistente en la promoción de una forma de sexualidad (hetero) en detrimento de otra (homo), la homofobia organiza una jerarquerización de lassexualidades y extrae de ella consecuencias políticas.” (Borrillo, 2001: 36).
En nuestro país está excesivamente presente la carga histórica de la condena a la homosexualidad y más aun, de todas las orientaciones sexuales no heterosexuales, por parte la tradición cristiana occidental que respaldándose en argumentos bíblicos se encargó de atribuirles un carácter demoníaco y extremadamente negativo...