Ensayo sobre la pena de muerte a violadores
Generalmente en nuestra patria la muerte nunca ha sido un castigo, nosotros, por nuestra idiosincrasia y herencia, una parte de la cual nos vienedada de las civilizaciones aztecasy otras contemporáneas y coterráneas de la primera, que han demostrado un amor por la muerte y el sacrificio humano y otra dada pornuestros ancestros europeos, generalmente raza de luchadores y guerreros casi tan bravos, feroces y sanguinarios como los primeros, la muerte ha sido para nosotros,por muchas generaciones, una compañera.
Se puede decir que aún cuando la muerte causa dolor o pena o alegría o respetoo nada, lo que menos causa es temor, laexperiencia en otros países indica de manera inequívoca esto y además es una tesis que sostiene muchos y grandes sociólogos modernos.
Es por eso que puedo asegurar que paranosotros los mexicanos, la muerte es una compañera, un descanso, un fin, nunca un castigo, nunca algo a lo que le tememos, hemos visto a hombres y mujeres que anteun arma se crecen y se arrojan sobre el agresor, sin el menor temor a la muerte.
A los delincuentes de conductas ilícitas que manchan la libertad humana, la sanaconvivencia y tienen un golpe irremediable y doloroso, debiera de castigárseles con la pena de muerte ya que no se puede resarcir lo hecho a la sociedad y a la familiade la victima, y es por eso que se les debe de aplicar la pena capital.
Lamentablemente las penas de trabajos forzados no están plasmados en nuestro Código Federal deProcedimientos Penales actual, sin mencionar que en el caso de que existiera la corrupción haría que este fuera asignado a los reos mas pobres y de manera injusta.
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