Ensayo sobre los delitos y las penas

Introducción

César Bonesano, marqués de Beccaria, nació en Milán, en 1735, de familia no opulenta, pero sí célebre en el milanés, por los guerreros y sabios que había producido. Los estudios desenvolvieron en él tres pasiones que le ocuparon muy fuertemente toda su vida: el amor a la libertad, la compasión por las miserias humanas y el ardor de la gloria. Jamás estos nobles sentimientosextraviaron el entendimiento de Beccaria, como sus enemigos pretenden, porque no hay más que los que siguen el fanatismo, la superstición y la ignorancia que puedan escariarse. Además, este joven estaba dotado de una rara sabiduría y de un juicio acertado, que le tuvieron siempre lejos de todo exceso.
A la edad de 22 años había concebido el plan de su obra inmortal sobre los delitos y las penas;pero no se atrevía a emprender este trabajo, con la libertad de espíritu de que se sentía animado, en un siglo y un país donde la inquisición florecía todavía. No fue hasta cuatro años después que termina este tratado, pero desalentado por algunos hombres tímidos decide no publicarlo, no obstante en 1764 es publicado en Milán y atrajo la atención de toda la Europa ilustrada. Los sabios, losjurisconsultos, todos los entendimientos elevados, y todas las almas generosas, lo acogieron con entusiasmo: en muy pocos meses tres ediciones fueron despachadas, y la tercera fue la que el abate Morellet tradujo al francés.
A pesar de los ataques que sufrió la obra por algunos de los filósofos y eruditos de la época (como Linguet) con el único fin de disminuir la estima que había ganado el autor ydesprestigiar la obra, los mismos enemigos de Beccaria imputaron a Linguet, como una imbecilidad, el haber dicho que el libro de los “Delitos” estaba tan mal escrito como débilmente pensado, cuando por la precisión del estilo, la fuerza de los pensamientos y la pureza de los principios, toda la gente de gusto había dado a Beccaria el nombre del Fontenelle de los criminalistas, el tácito de losjurisconsultos, etc.
Si el que hizo a la edad de veintiséis años el Tratado de los delitos y las penas hubiese vivido en un país libre, tendríamos otras obras maestras, y la posteridad no se extrañaría del silencio que Beccaria guardó el resto de su vida.

De esta manera se pretende en este documento examinar de manera breve y precisa cada uno de estos tratados, procurando con esto dar justo valora un documento de tanta valía como este.



EL ORIGEN DE LAS PENAS

El autor en este capítulo, hace referencia a un tipo de pacto social mediante el cual los hombres “vagos e independientes”, como él los llama, se unen a la sociedad en un intento de tregua para conservar su libertad, motivo que los condujo a ceder parte de la misma, cansados de la incertidumbre de conservarla ante suposición en la sociedad.

Este cede de libertad, da como resultado un cambio político – social, del cual se desprende el principio de “soberanía” al que refiere el Márquez de Beccaria , mismo que es administrado por el soberano en turno, quién a efecto de garantizar este principio, establece leyes para castigar a los infractores de las mismas “ motivos sensibles”, que fueran capaces de calmarel ánimo tiránico de los hombres, que se oponen al bien universal; de esta forma podemos deducir que esos motivos sensibles, son las penas que se imponen a los hombres que rebasan la barrera del orden social


DERECHO DE CASTIGAR

Dice Montesquieu. que toda pena que no se deriva de la absoluta necesidad, es tiránica.

Al ser el legitimo depositario de la soberanía, el gobernante , estáfacultado por los integrantes del gran pacto, para poder castigar los delitos, con la finalidad de contrarrestar los atentados de los hombres contra la salud pública, bajo la premisa que dicta que más justa es la pena, mientras más sagrada o inviolable sea la seguridad que el soberano tenga consagrada a sus súbditos.

Esa fue la necesidad la que llevo a los hombres a la donación de parte...